La Asociación Protectora de Animais Peludos sen Fogar, de Lalín, una iniciativa impulsada por Cristina y Estefanía Rodríguez, dos hermanas de Lalín que han encontrado el apoyo social, colabora con el servicio provincial en la recogida y recuperación de ejemplares abandonados. El colectivo deriva en ocasiones al centro de Meis los canes, dado que "tienen mejores medios", explica Cristina.

Peludos sen Fogar cuida en estos momentos, y de forma altruista, de treinta perros sin dueño -22 cachorros y ocho hembras adultas-, en una finca cedida en Bendoiro. Además, prepara una antigua granja en Goiás, también donada por un particular, para crear un centro con mayor capacidad de cobijo para los animales. El colectivo organiza actividades para financiarse. Además, sus socios pagan una cuota anual de 15 euros.