"El conselleiro nos trae un balón de oxígeno". Son palabras del exalcalde de A Estrada Ramón Campos Durán. Las pronunció hace ya ocho años, en los prolegómenos de un anuncio con el que la Xunta desvelaba, a través del entonces conselleiro de Xustiza, Interior e Administración Local, Jesús Palmou, su intención de asumir la mitad del coste de los terrenos para poder ampliar la alameda municipal. Desde aquel 27 de abril de 2005 ya ha llovido mucho, tanto como para hacer germinar varios proyectos para que el conocido como el "pulmón" de la capital estradense se expanda. Por el momento continúa "respirando" con dificultad, dando muestras de colapso cuando las jornadas primaverales y estivales animan a los ciudadanos a salir a tomar en el aire en la zona verde más céntrica de la villa.

Hace más de una década que A Estrada aspira a ampliar su alameda. Ya a comienzos de 2002 la comisión de Urbanismo acordaba estudiar este proyecto, llegándose incluso a perfilar la idea de un convenio urbanístico con los propietarios de las parcelas para evitar que la adquisición fuese muy gravosa. La demanda se remonta incluso más atrás. En abril del año 2000 la asociación de vecinos San Antonio presentó más de 1.500 firmas -de ciudadanos y de entidades sociales y económicas de A Estrada- para que se aumentase esta zona verde hasta la calle Castelao.

En 2003 se reconocieron ya los primeros acercamientos informales previos a la negociación con los propietarios de los terrenos para incrementar la superficie de los jardines municipales hasta la citada calle. En ese mismo año el Concello cifró en 750 euros el metro cuadrado en los predios anexos al parque actual, apostando el ejecutivo por pagar "el precio real de mercado" por los terrenos. Se hablaba de 4.200 metros cuadrados calificados como zona verde, que costarían 3,15 millones de euros.

Eterna promesa electoral

Durante todos estos años cada convocatoria de elecciones municipales se ha convertido en A Estrada en un sinónimo de promesas de ampliación de estos jardines. Las hemerotecas dan prueba de ello, así como de los hasta ahora infructuosos intentos de los sucesivos gobiernos por llevar este compromiso a la práctica. Sin embargo, la fuerte inversión que requiere la adquisición de los terrenos para las arcas locales y un Plan Xeral que se espera desde hace años han hecho muy difícil que el sueño de vuelva realidad.

"Somos conscientes de que el Concello de A Estrada tiene dificultades económicas muy serias para hacer frente al pago de los terrenos para la ampliación de la alameda", reconocía en 2005 el conselleiro Palmou, que añadía: "A Estrada no puede perder esta oportunidad única". Se decía entonces que el gobierno de Campos había tenido un "comportamiento ejemplar" para poner a disposición de la Xunta los terrenos que hoy día ocupa la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) -entonces denominada Centro de Estudos Xudiciais e de Seguridade Pública de Galicia (Cexesga)-, considerando que la administración gallega no debía olvidar este gesto.

El compromiso de que la Xunta asumiría el 50% del coste de adquisición de los terrenos para ampliar la alameda llegó aproximadamente mes y medio antes de las elecciones autonómicas tras las que se iniciaría el gobierno bipartito de PSOE y BNG. Unos días antes de la cita con las urnas llegó a firmarse un protocolo entre la consellería y el Concello. Unos meses después, el nuevo gobierno descartaba materializar a corto plazo el compromiso adquirido por el ejecutivo del PP. Desde la consellería se indicaba en noviembre de 2005 que el protocolo firmado no exigía el mismo grado de compromiso que supondría un convenio.

La lucha por ampliar la alameda volvió entonces al plano local, sin que la Xunta volviese desde aquel año a significarse en esta aspiración de A Estrada. Se abrió entonces un debate cada vez más intenso sobre cómo alcanzar esta meta, avanzando en paralelo en la redacción del Plan Xeral.

Las dos torres

Una nueva sorpresa llegó en junio de 2009. El gobierno bipartito PSOE y BNG anunció que el PXOM contemplaba edificación en una parte de la zona de ampliación de la alameda, en la que se asentarían dos torres de 41 metros de altura -36 para las propias torres y 5 más del espacio que quedaría bajo ellas- para 120 nuevas viviendas. Se las presentó como "cubos" o "prismas" de vidrio que se ubicarían a ambos lados de la zona de ampliación del parque. Las construcciones ocuparían cerca de un tercio de la ocupación de la zona prevista para la expansión de los jardines locales. En menos de un mes del alcalde socialista, José Antonio Dono, aseguró que la construcción de la dos torres en la ampliación de la alameda se encontraba ya descartada.

El actual equipo de gobierno también presentó su proyecto para este espacio. Lo hizo en campaña electoral. El PP propuso recuperar la apuesta por una ampliación total de la alameda, incorporando al proyecto la creación de un parking subterráneo con 400 plazas de estacionamiento en dos plantas. La pretensión de los populares pasaría por acometer una reforma y reacondicionamiento de los alrededor de 6.000 metros cuadrados de los jardines actuales. La idea sería llevarlos hasta los 10.500. La superficie exterior del parking estaría concebida como una gran plaza pública, al mismo nivel de las tres calles que la rodean. El desnivel existente se salvaría con una escalinata, una fuente y rampas. La inversión estimada: 5 millones de euros, a los que habría que sumar el coste de obtención de los terrenos.

Y para esto último el Plan Xeral parece presentarse como una condición imprescindible. De hecho, desde el gobierno no se han reconocido hasta la fecha contactos con los propietarios de los terrenos afectados.

Desde hace más de una década se habla de una oportunidad histórica, de un ahora o nunca para conseguir dar más vida a este pulmón de A Estrada. Quizás el Plan Xeral que ahora estudia la Xunta podría ser el definitivo soplo de aire puro.

Llevar los jardines hasta la calle Castelao - Así lo pidieron los vecinos que dieron en el año 2000 su firma a la asociación San Antonio y así lo mantuvieron los sucesivos proyectos que fueron surgiendo durante estos años. En 2002 la ampliación comenzó a estudiarse en la comisión de Urbanismo.

El proyecto del actual equipo de gobierno - Los populares presentaron en campaña la propuesta de construir un parking subterráneo en la zona de ampliación, con dos plantas y 400 plazas de aparcamiento. La zona exterior se concebía como una gran plaza pública a nivel de las calles.