Primavera, sol, principios de mes y tiempo de plantío, la combinación perfecta para celebrar un mercadillo con éxito. La perfecta fórmula se escenificó ayer en la 'feria del 3' de Lalín, el popularmente conocido en la localidad como 'Día da Porreta'.

La capital dezana se convirtió en un auténtico hervidero de gente, que eligió la mañana del viernes para hacer sus compras o, simplemente, curiosear entre los centenares de puestos que se instalaron en la Praza da Feira, en la calle Rosalía de Castro, y en las inmediaciones del multiusos Lalín Arena. Allí, precisamente, fue donde se congrego un mayor número de público. Transitar por la explanada y acceder a los puestos llevó, por momentos, al agobio, ante la marabunta de personas, deseosas de llevarse a casa las verduras, hortalizas y semillas de legumbres más briosas para plantar en sus huertas.

Lechugas de varias razas, pimientos, repollos, cebollas, ajos o guisantes, fueron parte de la variada oferta de productos que se despacharon rápidamente y que convirtieron a Lalín, por unas horas, en una auténtica huerta. Con mucha más prontitud se despacharon en aquéllos puestos que afinaron precios. Aunque el momento álgido de este apartado de la feria se vivió antes del mediodía, no faltaron, como es habitual, clientes de última hora buscando mejores ofertas entre aquellos comerciantes que no querían regresar a casa con la mercancía de vuelta. Al mercado acudieron no solo vecinos del rural lalinense, sino también del resto de la comarca y de municipios limítrofes.

Pero además de llevar reservas para llenar los huertos, hubo quienes colaboraron con la causa del colectivo Cogami-Deza. Un grupo de usuarios atendió un puesto situado en la calle Rosalía de Castro, en el vendieron productos de artesanía y abalorios elaborados por ellos. Regalos perfectos para el Día de la Madre, que se celebra mañana.