En el sector que pretende urbanizar Cogal no se constatan elementos singulares, como fauna o flora en peligro de extinción o restos arqueológicos. Eso sí, dentro del campo visual de esta área (que no dentro del campo de actuaciones) sí figura un castro.

El documento de inicio que firma Santiago Cristín Mariño deja clara la gran sensibilidad que muestra Cogal con el enclave paisajístico en que desarrolla su actividad, puesto que el plan sectorial triplica la superficie del área de espacios libres, con la intención de preservar la ribera del río Arnego, aunque está también está fuera del área de ordenación. Es más, el documento recalca que el desarrollo de la urbanización "no impide que se realice un acondicionamiento" de la Tosta de Gavieiras, un enclave muy conocido por los pescadores por la gran calidad de truchas y que, por otra parte, supondría un reclamo turístico más para el Concello, al margen de las rutas de senderismo por el Monte Faro o el lago que va a acondicionarse en breve.