"¿La Semana Santa? es un enigma", afirmaba ayer el presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), Francisco González. En cualquier caso, aunque el sector se encomienda a las reservas de última hora y a las buenas condiciones meteorológicas para, una vez llegado el momento, registrar un repunte en el índice de ocupación; a falta de cuatro días para el domingo de Ramos "no queda la menor duda de que registraremos unas cifras peores a las del pasado año", reconocía González.

En este sentido, el pasado año los hoteleros de Sanxenxo alcanzaron una tasa de ocupación del 59,91, una cifra que se logró a pesar de que "el mal tiempo dio al traste con muchas reservas", como entonces reconocía el propio González. Sin embargo, ahora desde el CETS apuntan que registrar en Semana Santa una ocupación superior al 50% sería "todo un éxito", ya que "está todo muy parado". "Teníamos la esperanza de que no fuera así, pero todos nos lo esperamos y no tenemos dudas de que iremos a peor", añade González.

Con respecto a las variaciones en el precio que puede poner en práctica el sector para revertir esta situación, el presidente del CETS asegura que "ya han bajado lo que tenían que bajar" y que actualmente seguir esta tendencia es inviable.

"Estamos aplicando una filosofía similar a la de las línea aéreas, cuanto mayor ocupación tenemos más aumentamos los precios. En cualquier caso, quien no viaja ahora es porque no quiere", apuntaba González, quien lamentaba que el mercado turístico, "al igual que ocurre en Madrid o en las islas Canarias, está inundado de ofertas".

"El mercado a nivel nacional está resentido. Todos vamos a ver cómo se retraen estos datos, no creo que se trate de una cuestión de precios", comentaba el presidente del CETS. "El sector está dispuesto a repetir una tasa de ocupación similar a la del año pasado, pero repetir el mismo índice de caída anual significará el cierre inmediato de muchos hoteleros", concluyó.