"Implacable, constructiva pero implacable". Así será la oposición del defenestrado Matías Rodríguez da Torre en el Concello de Silleda. "Haremos una oposición constructiva, como siempre hemos hecho desde el BNG de Silleda, pero implacable, no contra nadie, sino en defensa de los intereses de los vecinos; nosotros no somos sectarios", declaró ayer, arropado por las responsables local y comarcal del Bloque, Tania Cornado y Raquel López, y por la integrante de la nueva ejecutiva nacional, Mar Vila.

Los nacionalistas valoraron ayer la expulsión de su único edil del ejecutivo trasdezano con duros reproches hacia una Paula Fernández Pena a quien invistieron como alcaldesa ya en dos ocasiones. A su juicio, la regidora y su grupo actuaron "sin ningún tipo de ética política" al intentar "condicionar la autonomía" del BNG. "Tomó una decisión absolutista e intolerante que perjudica directamente a los vecinos", proclama Da Torre, quien, ya como fuerza alternativa, "no renunciará a gestionar los intereses de los vecinos, mal que le pese a la alcaldesa". El Bloque tilda de "dictatorial y sectaria" la postura adoptada por el PSOE en la crisis de gobierno: "Sectarismo con el BNG", al intentar condicionar sus decisiones, y "sectarismo con los vecinos de Lamela", que aún no han sido atendidos por Pena.

Los nacionalistas confían en que los vecinos tomen "buena nota" de quienes prefieren un ejecutivo "inestable y débil" por no asumir que el Bloque es una fuerza "capaz de gobernar y dar participación a la gente en la vida municipal", como en el caso de Lamela o los consejos parroquiales. A esta alcaldesa y quienes la rodean "nadie le vale para formar parte del gobierno, solo gente que le hace la ola"; su "autoritarismo" la llevó a ver como "un apéndice más" a un BNG que cree en una política "transparente, participativa y directa".

Da Torre defiende los puntos básicos de su gestión en las cuatro áreas que llevaba: Cultura de base y de calidad, basada en la cooperación con asociaciones, artesanos o artistas; colaboración "más estrecha que nunca" con los colegios y colectivos de padres; cimientos para que el turismo sea una de las piedras angulares de la economía local; y apuesta por una "democracia real", reflejada en un reglamento de participación que diese voz a los vecinos "después de décadas de caciquismo". "Un caciquismo que vuelve hoy con la aparente renuncia a seguir convocando los consejos parroquiales, aprobados por el PSOE", recordó Da Torre, que aprovechó para dirigir una "perla" a Manuel Cuiña: "Que el concejal con más temor a tratar con los vecinos sea el que vaya a llevar Participación Ciudadana...".

A su juicio, todas estas cuestiones "chocaron" con el PSOE, que tenía "predeterminada la liquidación" de su socio y recurrió a una "absurda escusa fuera de todo talante democrático", su voto en contra del convenio con el Ministerio de Fomento por el acceso a la autopista en Lamela. Da Torre propuso aparcarlo para hablar antes con los vecinos y que después las tres fuerzas políticas se dirigiesen juntas a Fomento. No fue posible por la "actitud chulesca y prepotente" de su socio. "Fuimos desalojados por quien pasó de víctima a verdugo", subraya Da Torre, que repite que su formación votó a favor de Pena las dos veces que fue elegida alcaldesa. Reitera que desempeñará su puesto en la oposición "implacablemente con diligencia y sentido común, cumpliendo siempre con el interés público y vecinal, sin prejuicios ni políticas contra nadie". Para el BNG, "todos los ciudadanos son de primera, no tienen categorías según su filiación o simpatía política", concluye.

Plan Xeral

Respecto a su postura en cuestiones fundamentales, como el Plan Xeral, Da Torre explicó que su posición es "crítica, pero constructiva" desde el comienzo y que si lo aprobaron inicialmente fue para abrirlo al público. De hecho, su grupo presentó una docena de alegaciones. "Si es justo lo apoyaremos", dijo el edil, que espera que la resolución de las alegaciones se abra a toda la corporación.

Tania Cornado, Raquel López y Mar Vila coincidieron en elogiar la gestión de su compañero y en criticar el "órdago" del PSOE para relevarlo, algo que, según la primera, incluso va contra la "legitimidad" por tratarse de un cargo electo. "El error de Paula se pone de manifiesto cuando no justifica la salida del Bloque del gobierno con críticas a la mala gestión de Matías, sino que alega una cuestión que es una falta de respeto a nuestra organización, como es valorar si nuestro edil nos representa adecuadamente", declaró López. "Los argumentos de la alcaldesa son cizañentos y nada reales", abundó Vila.