El BNG eligió el punto que originó el conflicto, el enlace de la autopista en Lamela, para responder al ultimátum del PSOE. Quiso hacerlo rodeado de los vecinos afectados, que no dudaron en volver a agradecer al edil Matías Rodríguez da Torre, que hubiese apostado por dejar el convenio con el Ministerio de Fomento sobre la mesa, a la espera de que se ofrezca información sobre las obras.

"Los vecinos le damos las gracias a Matías y al BNG por apoyarnos en este conflicto tan complicado. Si no fuese por él, nunca sería posible arreglar lo que durante diez años no se arregló", explicó Alfonso Penide, uno de los propietarios afectados por las posibles expropiaciones. "No pedimos otra cosa más que información", añadió.

El ambiente está crispado también entre los afectados. Las opiniones son encontradas. "Los vecinos estamos abiertos a negociar, siempre", apuntó uno de ellos. "Lo que tiene que hacer la alcaldesa es bajar la cabeza y venir aquí", dijo otro. Sin embargo, también hubo quien advirtió: ¡Yo no pienso dar ni un centímetro!".

Chelo Villaverde, también afectada, contó que "hace tiempo" que pidió a la regidora una solución a los continuos accidentes de vehículos, que se empotran en un pozo de su propiedad, "uno de ellos fue el del tío de la alcaldesa", pero, dice, nunca tuvo respuesta.