Por otro lado, López Campos también informó ayer de que el martes mantuvo una reunión con vecinos de la Plaza de Oca para expresarle su agradecimiento por la "paciencia" que demostraron durante las dilatadas obras de reforma en el entorno del emblemático Pazo.

El alcalde también aprovechó la ocasión para manifestarles que la obra entra en su fase final. "Por fin podremos decir que acabamos una obra que dio verdaderos quebraderos de cabeza", reconoció el dirigente. Recordó que la actuación comenzó hace dos años pero se paró. Indicó que para incorporar necesidades manifestadas por los vecinos se apostó por enriquecer el proyecto, lo que supuso incrementar también su inversión en 120.000 euros. Los problemas volverían a surgir durante la ejecución de los trabajos.