Las obras de mejora del vial de acceso a la autopista AP-53 en Lamela comenzaron ayer, tal y como había anunciado el gobierno trasdezano el pasado martes. Una retroexcavadora de la Mancomunidade Terras do Deza preparó el terreno para bachear el firme y mejorar, mínimamente, las condiciones de seguridad de la carretera, minada de socavones y desniveles.
Los trabajos se iniciaron por la parte más cercana al enlace con la AP-53 y continuarán en dirección a la Nacional 525. Precisamente ayer, el ejecutivo solicitó permiso a la Unidade de Carreteras do Estado en Pontevedra para poder actuar en el tramo de afección, donde se sitúan los baches más grandes. De hecho, el informe elaborado por la Policía Local recoge que en el carril derecho de la citada carretera nacional, en dirección a Ourense, y muy próximo al eje de esta vía, existe un "importante bache que supera el metro cuadrado de superficie y los doce centímetros de profundidad en algunos puntos", reza el escrito.
"Es una actuación urgente porque el vial, tal y como está, no es transitable y mucho menos seguro", apunta el edil de Obras, Manuel Cuiña. "Lamentablemente no nos queda más remedio que acudir a otra reparación muy puntual, otro bacheo que tampoco dará una solución definitiva, pero nuestra obligación es dar un servicio a todos los vecinos de Silleda y a los usuarios en general", añade. El Concello asume los gastos para tratar de evitar accidentes de los que sería responsable, como titular que es del acceso. La alcaldesa, Paula Fernández Pena, contactó ayer con el Ministerio de Fomento para hablar sobre la situación. El departamento de Ana Pastor reitera al ejecutivo que únicamente se haría cargo de las obras si el vial pasase a su propiedad.
Señales ignoradas
La prohibición de circulación de vehículos por los 450 metros de acceso -excepto residentes, carga y descarga y agrícolas- se mantiene mientras duren las obras. Fuentes vecinales apuntaban ayer que, pese a las señales de advertencia, continuaron circulando vehículos pesados, aunque en menor número.
