Un ataque presuntamente perpetrado por dos lobos dejó malherida en la tarde del domingo a una oveja de Fontenla, en la parroquia forcaricense de Ventoxo, y obligó a sus dueños a sacrificarla para evitarle un sufrimiento aun menor, dadas las nulas posibilidades de recuperación de las importantísimas heridas sufridas.

Y es que, según la dueña del animal, María del Carmen Gulías, los cánidos que dejaron malherida a la res comenzaron a comerla cuando aun estaba viva, ya que no lograron degollarla por el ancho collar de cuero que llevaba en el cuello. Se estaban dando un festín -comiendo a la res por la zona del ubre uno y por una de las patas delanteras el otro- cuando fueron espantados por los dueños de la res, que habían salido de casa a vigilar a su rebaño de 17 ovejas por temor, precisamente, al lobo.

El rebaño llevaba poco tiempo pastando en la finca, la misma sobre la que está emplazada la casa de sus dueños. Aunque los lobos huyeron hacia el monte cuando les increparon para socorrer a la oveja malherida, la propietaria del animal cree que se trata del lobo porque ella misma fue sorprendida por uno hace 15 días mientras cuidaba a su rebaño. Entonces tuvo que lanzarle un palo para que soltase a una oveja. En marzo, también le mató otra oveja y hace 3 años ya sufrió otro ataque.