-Le pido ahora un recuerdo. ¿Cuándo se dice yo quiero cantar, quiero vivir haciendo esto?

-Siempre viví la música y en el mundo de la música. Lo que pasa es que muchas veces, por problemas, pues una familia que económicamente no se podían permitir el prepararte musicalmente, una familia que en los 70 u 80 pensar en que te dedicases a cantar, pues no estaba bien visto. Con el tiempo me fui olvidando de la idea de dedicarme profesionalmente a algo que adoraba y lo empecé a pensar como algo que me gustaba. Mi marido tocaba la guitarra y yo podía desfogar eso que tenía ahí como algo que me gustaba mucho hacer pero que iba a ser hobby para mí en la vida. Entonces todos los grupos en los que pudiese estar como Coral de Ruada, rondallas? estaba en todos para que ese gusanillo de la música lo tuviese siempre presente. Y ya en el año 96-97 se me presenta la oportunidad porque me quedo sin trabajo y alguien me dice: por qué no lo haces. Me lié la manta a la cabeza y con dos músicos acompañantes comencé a cantar el fado en los cafés. (?) y en menos de tres meses empezaron a llamarme para cantar en los teatros. Fue muy poquito tiempo, una cosa rápida. Pero desde esas hasta hoy han pasado muchos sacrificios porque este es un mundo muy difícil y ahora con la crisis más.

-¿Por qué lo dice?

-Nos han puesto a prueba a todos. Si antes ibas a cantar a un local que estaba lleno porque era subvencionado y porque la gente entraba gratuitamente, ahora al tener que pagar la entrada también un poco se ve si efectivamente el público va porque te quiere y te quiere escuchar o va porque es gratis.