El Desván municipal del Concello de Lalín recibió en torno a 20.000 útiles desde su puesta en marcha, hace dos años, que permitieron atender las 330 solicitudes de familias sin recursos. La iniciativa está coordinada por la concejalía de Benestar Social, que dirige Paz Pérez, y su puesta en marcha partió con el propósito de cubrir las necesidades básicas "de vestido y calzado, así como de enseres domésticos de personas necesitadas o de unidades familiares que no puedan hacer frente a gastos de primera necesidad".

La concejala mostró su satisfacción por la "gran respuesta obtenida por parte de los lalinenses en general y, en particular de los vecinos y comerciantes que se acercaron al desván para hacer sus donaciones", dijo. Pérez tampoco quiso olvidarse de un grupo de mujeres de la localidad que de voluntariamente, todos los jueves por la tarde, se acercan hasta las dependencias, situadas en la calle Manuel Rivero, para participar en la selección y la clasificación de la ropa o calzado. En sus dos años de vida el Desván municipal recibió medio millar de entregas voluntarias de distintos artículos por parte de particulares, colectivos o empresas. Los útiles más demandados por las familias con escasos recursos son ropa y calzado. No obstante, gracias a la colaboración ciudadana, el recinto lalinense también recibió cerca de una quincena de donaciones de material de puericultura como sillas de bebé, cunas, andadores o tronas "que le entregamos a las personas que lo demandan y que éstas a su vez lo devuelven en perfecto estado al dejar de necesitarlo para que otra familia pueda beneficiarse de la misma manera", apuntó la concejala lalinense. Paz Pérez destaca además que en las dependencias de la calle Rivero se recibieron aportaciones de centros educativos o deportivos. En la mayor parte de los casos se trata de prendas para la práctica de deporte que fueron abandonadas o nunca reclamadas por sus propietarios.

De la misma manera, varios establecimientos comerciales de Lalín realizaron aportaciones al Desván. El Concello destacó el compromiso de una colchonería del casco urbano, que aportó somieres y colchones en perfecto estado y que proceden de particulares que se cambian este tipo de artículos por unos nuevos. La concejala hizo público asimismo su agradecimiento a un bazar de la localidad que donó objetos de menaje y de cocina sin estrenar; entre otros, sartenes, juegos de café o tazas de desayuno.

Solidaridad femenina

Durante estos dos años las mujeres lalinenses fueron las que mostraron su perfil más solidario, pues las prendas de ropa más donadas son las femeninas. En lo que respecta a los objetos que tienen más demanda entre las familias destaca la ropa de niños de entre 2 y 16 años, prendas para bebés y ropa de cama.

Todas las aportaciones al Desván quedan registradas en un censo, en el que figuran los datos del donante, el tipo de material cedido y los posibles destinatarios. La recepción de juguetes se realiza puntualmente, sobre todo para la campaña municipal de Navidad y Reyes.