Luis López, más conocido como Lugués, es el único alcalde de la comarca dezana que debuta en el cargo y, además, consigue el bastón de mando la primera vez que se presenta como candidato. Pero no es un novato en la política municipal, pues esta nueva etapa viene precedida por otra de ocho años como concejal, los cuatro primeros como edil de Cultura, Educación, Deportes e Xuventude. En los cuatro siguientes, López lideró la oposición frente al bipartito de José Vence y Manuel Salgado, que en 2009 pasaría a ser un tripartito con la salida del segundo y el ingreso del nacionalista Manuel Hermida.-¿Por qué cree que el gobierno de izquierda no revalidó su mandato?

-El bipartito falló, sobre todo, porque los dos partidos estuvieron a la gresca casi desde el inicio del mandato. También les pasó factura su política de zahorra y farolas. Cuando los políticos locales vamos a una aldea siempre sabemos qué ideología tienen sus vecinos, pero lo que no es normal es que, en el mismo lugar, los baches estén sin arreglar y que, sin embargo, uno de los residentes tenga cimentada hasta la era. Esta actitud del bipartito acabó convirtiéndose en una comidilla cada vez mayor.

-¿Significa esto que, con su gobierno, habrá borrón y cuenta nueva o que, por contra, sí se retomarán algunos proyectos que el gobierno anterior dejó pendientes, como el centro de día o el paseo fluvial?

-A mí me da igual que un proyecto se gestase en el seno de la izquierda o de la derecha de Rodeiro, lo que quiero es que esa iniciativa sea buena para los vecinos. Por ejemplo, el anterior gobierno y mi partido coincidimos en la necesidad de mejorar muchas pistas y tapar los baches. Pero lo que nunca apoyé ni voy a hacerlo, por ejemplo, es el convenio con la empresa Ecología de la Biomasa [que el anterior alcalde, José Vence, llevó dos veces a pleno]. El propio Manuel Hermida estaba de acuerdo en que desde el gobierno local sí se apostaría por el asentamiento de empresas vinculadas a las energías renovables, pero no a que los políticos firmásemos un papel para concederle una exclusiva a una empresa que, en un futuro, puede vendérsela a otra firma que ni conocemos.

-La falta de actividad empresarial es uno de los handicaps del municipio, precisamente.

-Así es. La ausencia de empresas y de viviendas en alquiler provoca que en el concello tengamos una fuga constante de vecinos no solo hacia Lalín, sino también hacia otras villas como Chantada. Perdemos vecinos que buscan trabajo en otras partes, pero también se nos va gente joven que quiere emanciparse y que en Rodeiro no dispone de vivienda. Por eso es muy urgente que desde el gobierno local apoyemos el asentamiento de empresas, por pequeñas que sean. Una de las medidas que tomaremos en este sentido es la puesta en marcha de convenios para incrementar la actividad en la zona de A Devesa, donde por el momento hay dos naves. Otra de las cuestiones que ya avanzamos antes de los comicios es la necesidad de acelerar los trámites para conseguir licencias de obra y la certificación de las 101 viviendas que quedaron fuera del Plan de Urbanismo porque, insisto, el proyecto cortó literalmente las zonas urbanizables sobre el mapa, sin tener en cuenta la realidad del concello.

-En 2003 inició su carrera política como edil del gobierno y desde 2007 lideró la oposición. ¿Qué le aporta el estar en los dos frente de la política local para ejercer de alcalde?

-Fueron dos etapas muy enriquecedoras, y reconozco que cuando estás en la oposición es muy difícil que ganes unas elecciones. Tengo que decir que aprendí mucho de mis antecesores, José Luis Fafián y Eliseo Diéguez [el anterior portavoz y el último alcalde del PP, respectivamente]. Los dos son personas de principios. También saqué mis conclusiones sobre la labor política de los demás partidos.

-Su hermano Jesús fue también concejal del PP entre 1995 y 1999. Sin embargo, no fue él quien lo introdujo en la política.

-Pues no, sino Fafián. Cuando éste era concejal, quedábamos muy a menudo en Rodeiro o en Santiago para arreglar el concello, como decíamos. Fafián solía pedirme consejo porque asegura que yo soy muy crítico. A mí me ayudó mucho esto, porque aprendí gracias a sus vivencias y experiencias, igual que me ocurrió con Eliseo [Diéguez].

-Tras su toma de posesión, anunció que su despacho en el consistorio va a estar abierto a todo el mundo. ¿Insinúa que con el gobierno anterior no fue así?

-A ver, con el bipartito y el tripartito posterior el despacho del alcalde estaba abierto a todos, pero lo que hay que hacer es que todos los vecinos acudan a él. Es más, yo soy partidario de que los políticos tenemos que visitar a los vecino, y no al revés, porque es la única forma de que conozcamos realmente cuáles son sus necesidades y demandas. Sé muy bien que el PSOE durante la campaña electoral me acusó de que lo único que hacía era coger la bicicleta y visitar todas las aldeas. Pero gracias a eso conocí y conozco al detalle qué hay que hacer en cada una de ellas. Por contra, José Vence, durante sus cuatro años en el poder, cometió el error de no hacer esto.