La corporación cruceña reclama la cancelación de la ley de aguas aprobada por el Parlamento de Galicia a instancias del PP esta semana. La abstención del grupo de gobierno, que preside Jesús Otero, permitió que saliese adelante una iniciativa del BNG, luego respaldada por el PSOE local. Tras varios minutos de debate sobre las cláusulas y particularidades de la nueva normativa, Otero advirtió que su grupo se abstendría en la moción y favoreció la propuesta de instar a la Xunta a cancelar una normativa que, según la oposición, grava notablemente las traídas particulares o las captaciones a través de pozos particulares.

De nada sirvió que el portavoz del grupo de gobierno, Manuel Souto, advirtiese de que la ley establece bonificaciones de hasta un 90% en las traídas vecinales. Otero indicó que su grupo prefería estudiar la propuesta en profundidad, pero eludió aplicar su mayoría a la hora de la votación para rechazar la iniciativa del BNG.

Durante el pleno, el mandatario anunció la intención de iniciar la demolición de la antigua casa consistorial el próximo año “se existen fondos para esta actuación”, con el objetivo de ampliar la Praza Juan Carlos I. Otero contestó así a la propuesta del PSOE sobre la rehabilitación del antiguo inmueble mediante un taller de empleo. El gobierno local reiteró su negativa a recuperar este céntrico inmueble y recordó que existe un proyecto del año 1991 en el que ya se preveía la demolición del edificio para dar continuidad a la plaza situada enfrente del actual consistorio, que confluiría en la parcela del antiguo edificio institucional. “Se gañamos as eleccións o vindeiro ano será un dos primeiros proxectos que executaremos”, dijo Otero, cerrando así la posibilidad a la recuperación del inmueble como centro cultural y juvenil como reclamó en los últimos meses la oposición.

El grupo de gobierno también aprobó en solitario el recorte de 37.000 euros en ayudas a entidades culturales, deportivas y sociales en los presupuestos de este año. Lo hizo pese al ofrecimiento del portavoz del BNG, Xoán Blanco, quien ofreció pactar las rebajas entre todos los grupos y censuró el recorte del cheque bebé, de 600 a 300 euros. “Agora que o goberno de Zapatero vai cancelar estas axudas, nós tamén as recortamos á metade”, dijo. Souto contestó que la coyuntura económica de los concello obliga a realizar ajustes en el presupuesto e indicó que Cruces al menos mantendrá estas compensaciones por nacimientos.

50 años de alcalde

El PSOE volvió a atacar a Otero por el cobro de elevadas dietas y censuró que contase con dos secretarios. “As dietas son por ir a Santiago ou Pontevedra a facer xestións para o beneficio dos veciños; algo que seguirei facendo outros cincuenta anos se sigo de alcalde”, declaró. Instantes antes, Otero dejó entrever que dejaría la corporación si su grupo no renovaba la mayoría absoluta, después de que Blanco le pidiese consenso para pactar asuntos y que no se valiese de su cómoda ventaja.