La concejala de Servizos Sociais de Lalín, Paz Pérez, lanzó ayer un ultimátum a la empresa Galaurea, concesionaria del Servizo de Axuda no Fogar (SAF), para que regularice la situación laboral de sus empleadas, que se quejan de reducciones salariales y de jornadas desde hace meses. Para ello, la edil ha convocada una reunión para esta mañana con todas las partes y advierte de que el concello mantiene su compromiso de solucionar el problema en tanto que, aunque se trata de un problema empresarial, afecta al ayuntamiento al tratarse de un servicio municipal.

Pérez respondió a las acusaciones de dejadez y trato de favor cursadas por el PSOE señalando que esta formación está manteniendo una actitud "provocadora". Además, asumió su responsabilidad en el asunto al ostentar la titularidad de Servizos Sociais y recalcó que nunca se ha desvinculado del asunto, permaneciendo siempre del lado de las trabajadoras. Además, negó que la suspensión de la reunión del miércoles se produjera por razones extrañas y aclaró que se trató de un aplazamiento por cuestiones de agenda.

La concejala sostiene que la empresa tiene que subrogar los contratos de las 12 empleadas procedentes de Apalc con las condiciones que tenían, ya que así se recoge en el pliego de concesión y aseguró que las trabajadoras tienen voluntad de alcanzar un acuerdo, por lo que espera que ése sea el mismo talante por parte de la dirección de la empresa. Además, advirtió de que, en caso de no conseguirse un pacto, el concello actuará contra la empresa, aunque no consigo concretar el modo. "Loitaremos polas traballadoras", manifestó Pérez, que compareció junto a Manolo Gómez y Nicolás Varela en el consistorio.

Por otra parte, Comisións Obreiras (CC OO) ha solicitado una reunión al alcalde, Xosé Crespo, para abordar los conflictos laborales de Sufi y Galaurea en relación con la negociación del convenio colectivo y de los incumplimientos, respectivamente. El sindicato quiere pedir colaboración al alcalde para solventar estas cuestiones que, aunque no son de responsabilidad municipal directa, pueden resolverse más rápidamente con la actuación del concello. Finalmente, la central culpó de la mala situación de los trabajadores de Sufi a la "pésima defensa" que realizó en su día UGT con el anterior convenio colectivo.