Pese a que las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes diseñaron y coordinaron especiales dispositivos de emergencia para hacer frente a la llegada del "Xynthia", el ciclón hizo poco más que agravar las consecuencias de un temporal que tuvo un mayor impacto en la zona durante las jornadas previas a que se decretase la alerta roja. El balance de intervenciones que ayer realizaban los efectivos movilizados en los municipios de la zona durante la jornada del sábado contabilizó menos actuaciones de las que en un primer momento cabría aguardar. En algunas zonas, caso de los municipios de Forcarei y Cerdedo, los principales daños son anteriores a la llegada de la bautizada como la "tormenta perfecta".

En Deza, los servicios de emergencias apenas tuvieron que intervenir y solamente los bomberos acudieron a retirar árboles caídas en pistas secundarias de Agolada y Cruces, que no ocasionaron cortes de tráfico. También visitaron la urbanización lalinense de Cidade Xardín, donde los vecinos alertaron de la caída de otro árbol de pequeño tamaño. Protección Civil inició a primera hora de la mañana un operativo sin apenas actividad. La agrupación calificó como "normal" la jornada de ayer que concluyó pasadas las 20.00 horas. Su balance de intervenciones del sábado se saldó con salidas a cerca de una decena de parroquias para talar árboles desplomados en pistas secundarias y a bajos de viviendas en el rural donde hubo pequeñas inundaciones. Su responsable, Víctor Blanco, coordinó un grupo de seis operarios y otros cuatro voluntarios que iniciaron el sábado por la mañana un operativo que finalizó a las 22.30 horas. Además de retirar con la ayuda de los bomberos una valla publicitaria que amenazaba con caerse en la zona de Alto de Vales, la agrupación también tuvo que recoger cables del tendido eléctrico caídos en A Xesta y Lodeiro. "En Lalín o temporal non foi como se agardaba, como este hai todos os anos un par deles", declaró Blanco.

En Tabeirós-Terra de Montes la imagen del temporal registrado en los últimos días sigue siendo la de la brecha abierta en la carretera que une los dos núcleos urbanos de Forcarei y Soutelo de Montes, así como la de los efectos ocasionados por el torrente fluvial desencadenado después de que el hundimiento de este vial liberase la enorme balsa de agua acumulada tras formarse un tapón en la canalización del Río da Madalena en las inmediaciones de Vilapouca. Las consecuencias de este "tsunami fluvial" fueron devastadoras. El espectacular y repentino incremento de caudal en el río Castro se llevó por delante cuatro puentes de piedra –varios de ellos de origen medieval, según indican fuentes cerdedenses–, dos de hormigón y destrozó varios molinos. Los alcaldes de Forcarei y Cerdedo, David Raposeiras y José Balseiros, se reunirán hoy para evaluar los daños, que en el caso de Cerdedo son también cuantiosos en una destrozada playa fluvial.

En A Estrada, después de haber permanecido en alerta el jueves por temor a un desbordamiento del río Ulla en Pontevea, la llegada del "Xynthia" se vivió con relativa normalidad. En Protección Civil formó retén una veintena de personas, entre los nueve efectivos contratados por el Concello y los voluntarios. Sin embargo, las salidas fueron pocas y prácticamente centradas en la retirada de dos árboles caídos en el vial Santeles-Paradela y en Ponte Nogueira, además de una pancarta en Balboa.