La oposición de Lalín va a rechazar conjuntamente la nueva tasa de los matrimonios civiles que propone el gobierno local y que se situará en 100 euros en el caso de que un cónyuge lleve un año empadronado y en 205 euros en los restantes casos.

El portavoz del BNG, Francisco Vilariño, cree que no existe ningún motivo que justifique que se cobre a los vecinos por sus enlaces, ya que no generan ningún gasto al ayuntamiento. "Eu mesmo oficiei vodas e, que gastos hai?", se preguntó el nacionalista, que considera la cantidad excesiva en comparación con muchos tributos. Por su parte, el socialista Manolo González Aller aseguró que esta nueva ordenanza "non ten moito sentido, porque se trata dun servizo máis que se lle dá aos veciños e non hai porque andar cobrando por todo".

Eso sí, la unidad de acción de la oposición se romperá en la nueva ordenanza para cobrar a las entidades financieras por el uso del dominio público por parte de sus cajeros automáticos. Aller adelantó que el PSOE va a respaldar la propuesta del gobierno, porque recordó que es una copia de la iniciativa socialista de hace un par de años para cobrar a los operadores de telefonía móvil y estos expendedores de dinero. En su día, el PSOE planteó esta iniciativa, que fue desechada por el gobierno, aunque la ha ido adoptando paulatinamente. El pasado año, introdujo el cobro a los operadores de móviles, aunque aún está pendiente de recibir los 86.000 euros presupuestado, y en esta ocasión pretende hacer lo propio con los cajeros. Aller es partidario de cobrar "aínda que sexa pouco" y cree que los 240 euros fijados "son unha cantidade que se pode discutir, pero polo menos é algo".

En este tema, Vilariño anunció el vota en contra del BNG, pero por defecto, ya que considera la cantidad de la tasa como irrisoria. "De aplicarse tiña que ser unha cantidad maior, imos rexeitala medida por irrisoria", manifestó, antes de lamentar que la actitud del ejecutivo de Crespo sea la de "gravar sempre á maioría da sociedade, nunca a quen ten máis".

En cuanto al resto de modificaciones tributarias, que se debatirán en el pleno del jueves, la oposición rechazará la congelación de la tasa del agua y el alcantarillado, ya que sostiene que debe rebajarse un 1% de modo similar a lo que se ha producido con el IPC. "Sempre votamos a favor da suba da inflación e agora, como non se baixa a taxa pese a que baixa a inflación, imos facelo en contra", aclaró Aller.

Por su parte, la rebaja de una centésima del tipo del IBI hasta el 0,44 para paliar la subida de los valores también encontrará rechazo, especialmente en el BNG que lamenta que los recibos suban un 10% cada año sin que el ejecutivo se preocupe.