Los socios de la empresa rodeirense Granitos Monte Faro celebran este lunes a las 21.00 horas una reunión en la que se decidirá el rumbo que toma la empresa, puesto que en septiembre solicitó un proceso concursal de acreedores y, a punto de agotar el plazo para que se inicie éste, no ha conseguido llegar a un acuerdo con la banca para disponer de un crédito de 1,9 millones de euros. El préstamo cubriría las nóminas de los 32 empleados -a los que se les deben ya cuatro meses- y haría frente a los impagos de varios clientes de la firma, que rozan el millón de euros. La denegación del préstamo -que llegó a negociarse con seis bancos- impide, además, que se formalice el aval de 1,8 millones que concedía el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).

En una semana que se torna decisiva para la empresa, el jueves en el Juzgado de lo Social de Pontevedra tendrá lugar el juicio solicitado por UGT y que sentenciará si se extingue el contrato a nueve empleados por el débito de sus nóminas. A principios de noviembre tendrá lugar una vista similar para el resto de la plantilla, que asesora un abogado laboralista. Desde el sindicato, su secretario comarcal, José Castro, insiste en que “a empresa vacilounos moito e deunos largas dicindo que estaba á espera de cobrar 600.000 euros que lles debía unha firma catalana, que estaba en crise e que ao final non pagou”. Castro asegura que, a día de hoy, ningún directivo les ha confirmado si Granitos Monte Faro se someterá o no a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). “A comezos de setembro o xerente (José Luis Fernández Fafián) comentounos que a empresa sería viable se reducise a súa plantilla e quedase con 11 ou 12 empregados. Pero para presentar un ERE é preciso ter ao día os salarios dos traballadores”, y la granitera precisa el préstamo para, precisamente, abonar las nóminas. “Ás veces pagan 15 días e, de feito, dende que puxemos a demanda, o 3 de agosto, ata agora, os traballadores só cobraron media nómina”, afirma el sindicalista.

Desinterés

La situación ha generado tal descontento que la plantilla, según el representante de UGT, “non quere seguir aquí porque ve que non hai esperanzas de poder continuar”, asegura. La difícil situación que atraviesa el grupo ubicado en A Devesa se debe al efecto dominó de la crisis, puesto que ya en meses anteriores tuvo que proceder a algunos despidos debido al descenso de ventas. Entre sus clientes se hallan, además de las firmas comarcales Géneros de Punto Montoto, Sinergias Dezanas o Seixo Obras y Edificaciones, sociedades como Dragados, Sacyr o Copasa.