Miguel López lleva toda su vida viviendo en Madrid, pero una vez al año se traslada a Lalín para pasar una temporada –ya sean semanas o meses– con su hija y los familiares de ésta. Precisa, además de medicación, sondas, pañales y otros elementos para su cuidado diario, "que sempre conseguimos sen problema cada vez que acudimos ao ambulatorio de Lalín", explicaba ayer su nieta, Diana. Pero ayer la situación fue bastante diferente, puesto que la doctora que atendió a Diana "ao ver que non podía meter os datos da tarxeta no ordenador porque ésta era de Madrid e non de Galicia" argumentó que no podía expedir las medicinas a mano porque carecía de recetas en papel. "A médica recomendoume que solicitase unha tarxeta sanitaria do Sergas para o meu avó, pero no propio ambulatorio explicáronme que, se solicitamos esta tarxeta, o meu avó perderá todas as axudas da comunidade de Madrid", explica la joven. Por eso, desde el propio centro médico volvieron a darle cita para otro doctor a las cuatro de la tarde, "e a ver se cola", parafrasea la nieta del afectado. A esa hora, la joven –que reside en el casco urbano– se desplazó de nuevo al centro médico. Cuán fue su sorpresa al ver que la atendería la misma doctora "polo que solicitei cita para outra, que me expediu os medicamentos sen presentar ningún dilema".

Diana explica que nunca han solicitado un médico de desplazados para su abuelo "porque o tempo que pasa aquí é variable" y nunca tuvieron problemas para conseguir todo su tratamiento en la capital dezana. De hecho, en anteriores estancias de su pariente en Lalín "asignábannos un ou outro médico en función da carga de pacientes de todos os facultativos", pero en ningún caso se vieron abocados a tener que pagar medicamentos ni tratamientos por la denegación de éstos.

Reclamación

Dada la frecuencia con que precisa tratamientos, los familiares de Miguel López suelen acudir al centro de salud con bastante antelación para proveerse de medicamentos, pero en el caso de ayer sí les urgía la consulta puesto que necesitaban pañales y sondas. Por eso la familia afectada pensaba interponer una reclamación por la actitud de la doctora del ambulatorio, aunque terminó descartándola ya que el incidente se resolvió con final feliz.