Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de Pontevedra otorga al Concello de Dozón un mes de plazo para que concede a Nieves Ogando, esposa de Nilo Suárez, la licencia de legalización de su granja porcina. En caso de que no se interponga recurso, el fallo judicial pondría fin a 12 años de litigio.

El documento, pues, anula la decisión de la Alcaldía de julio de 2008, en la que denegaba la legalización del cebadero de porcino de O Sisto. Pero los hechos se remontan varios años atrás, puesto que ya en 2003 se presentó un informe farmacéutico favorable a esta actividad, pero no así del arquitecto municipal, que hacía constar que la granja distaba 285 metros del cebadero más próximo y 350 del núcleo de población, en lugar de los 1.000 pertinentes. Este punto motivó que la decisión de la comisión provincial de Medio Ambiente también fuese desfavorable. Tras un recurso, el concello vuelve a examinar el informe técnico municipal, que más tarde y a petición de la Xunta cambiará la calificación de "industria fabril peligrosa" por la de "actividad molesta, insalubre y nociva".

Tras sucesivos requerimientos de documentación, el ayuntamiento también argumenta en 2007 que no existe un cierre perimetral metálico, que las fosas de purín aparecen mal medidas o que los técnicos no pueden visitar las instalaciones. Mientras, Medio Ambiente dicta un informe favorable al cebadero y el ayuntamiento abandona el procedimiento. Por ello, la sentencia entiende que hubo "desviación de poder" al actuar "para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico". Esgrime que la ausencia de un cercado no impide expedir licencia y que las visitas a la granja deberían realizarse de forma posterior a la autorización de actividad, a modo de comprobación. Así pues, indica que la actitud del concello "ha llegado a rayar la desobediencia municipal a las decisiones judiciales".