Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA convocan un paro general el 20 y el 21 de noviembre, así como una gran manifestación para este último día en Madrid, en demanda de medidas urgentes frente a "la ruina" y "la mayor crisis conocida del campo español". Los máximos responsables de estas formaciones, han denunciado que todos los sectores están sufriendo la falta de rentabilidad debido a una "profunda crisis" de los precios en origen y a los elevados costes de producción y urgen medidas de apoyo. Han subrayado que, además de las organizaciones agrarias que convocan el paro, el "movimiento cooperativo" comparte la reivindicación de buscar soluciones urgentes frente a la crisis. Han lamentado que, en el período 2003-2008, la renta agraria ha descendido un 26%, lastrada por los costes de producción, que han subido un 34,3% en cinco años, y se han perdido 124.000 empleos.

El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, indica que las ayudas compensatorias de la Política Agraria Común (PAC), no sólo han sufrido un recorte del 10% desde la última reforma, sino que se encuentran congeladas, "al no equipararse al alza del IPC", que ha sido del 55,6% en 15 años. El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel López, subraya que las protestas responden a una llamada de socorro "ante la mayor crisis del sector agrario de su historia" y pide el apoyo de gobierno, partidos políticos, corporaciones locales, empresas, asociaciones y consumidores. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, aboga por impulsar medidas nacionales de "control", "regulación" y "gestión de mercados", así como de "preferencia de los productos comunitarios" frente a las importaciones, para asegurar la viabilidad del sector, más aún en un contexto internacional, ha recordado, de "alerta" humanitaria.

El secretario general de Xóvenes Agricultores, el lalinense Francisco Bello, que refrendó ayer expresamente las movilizaciones, se muestra "indignado" por los "bandazos" de la actual comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer, en su gestión de la política láctea. Bello asegura que las últimas propuestas conocidas de la comisaria "tentan trasladar a solución da crise leiteira aos gandeiros, argumentando que son eles os que teñen que financiar a reforma do sector". Aludió al intento de Bruselas de que las cuotas de la reserva no puedan usarse para corregir los sobrepasamientos individuales de los ganaderos y que, por el contrario, los productores que superen su cuota tengan que pagar supertasa. "Este é un intento", dijo Bello, "de que sexan os gandeiros os que financien cos seus cartos os plans de reforma do sector, algo que non ten nin pes nin cabeza".