La capilla de Montserrat, en la parroquia lalinense de Donramiro, se quedó pequeña a la hora de acoger a 180 nuevos fieles, todos ellos miembros de la Asociación provincial de panaderos y pasteleros (Aproinppa), que decidieron trasladar a Lalín sus festejos anuales en honor a San Honorato, su patrón.

Y es que en la zona no sólo reside su presidente, el lalinense Armando Fernández, sino que su vicepresidente, Benigno Cervela, ejerce su labor en A Estrada. Además, esta vez el patrón, que se celebra el 16 de mayo, se adelantó casi tres semanas para coincidir con la fiesta de Montserrat, patrona de los pasteleros. “Queremos que este sector, que se integrou hai tres anos na asociación, aumente o seu protagonismo nela”, explicaba ayer Cervela. No en vano, el colectivo funciona desde hace más de 30 años como grupo profesional de panaderos, y hace exactamente 32 que celebra este encuentro anual en el que no se habló de la crisis que, al igual que en otros ámbitos, se cierne sobre el sector, que a nivel provincial cuenta con 300 afiliados.

Libro del Cocido

Más bien ocurrió lo contrario. Tras la misa en la capilla, los asistentes se desplazaron al restaurante Agarimo para disfrutar de una comida de confraternización en la que tampoco faltaron sorpresas como el sorteo de hasta 40 regalos, desde viajes a Tenerife y Mallorca hasta fines de semana en balnearios o figuras elaboradas con cerámica de Sargadelos. “O que queremos é pasar unha velada agradable, dado que o noso tipo de traballo tampouco nos permite dispoñer de moito tempo libre ao longo do ano”, explicaba Cervela.

Al término de la fiesta, que se prolongó durante prácticamente toda la tarde, el alcalde Xosé Crespo se desplazó al restaurante de la parroquia lalinense para departir con los asistentes al encuentro y, de paso, regalarle a la asociación el libro “A feira do Cocido. Corenta anos de historia”. El volumen fue escrito por el historiador local Daniel González Alén, ganó el certamen de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro en la edición de este año y a partir de ahora formará parte del patrimonio de este colectivo y contribuirá a que el recuerdo de la comida en Donramiro y, por extensión, de la estancia de ayer en Lalín, sea aún más grata.

El encuentro anual en homenaje al patrón San Honorato no es la única actividad que se promueve desde Aproinppa. En marzo pasado, la entidad colaboró en el Salón de Panadería, Pastelería e Industrias Afines, que se celebró en el recinto ferial vigués. Por otra parte, el año pasado organizó para sus socios un curso de escaparatismo impartido por la interiorista Mari Fran Puigcerber y al que acudieron 60 personas.