Un particular solicita al Concello de Lalín la reversión de terrenos expropiados en 1980 para la construcción del mercado de ganados, junto a la circunvalación. Argumenta que el recinto se destina a aparcamiento de camiones, y no al uso que motivó el proceso expropiatorio, y alude a una sentencia de 1982 por la que se revisaba al alza el justiprecio abonado por la parcela. El demandante, Manuel del Río, ya ganó un pleito similar contra Augas de Galicia por las expropiaciones del paseo del río Pontiñas. Varias sentencias judiciales, la última datada en 2006, obligaron a devolver a su familia la Carballeira da Crespa.

El expediente de expropiación forzosa a que se refiere la actual demanda se tramitó entre 1978 y 1980. Con posterioridad, se construyeron diversas edificaciones que fueron destinadas “de modo real e efectivo ao uso para o que foron expropiados”, arguye el concello. No obstante, admite que, en los días en los que no se realiza el mercado ganadero, se utiliza para “outros fins públicos”, como el de depósito de vehículos de Protección Civil. En el concello consta que en 1982 estaban ya terminadas dos edificaciones en planta (una de 2.140 m2, en primera fase, y otra de 2.310 m2, en segunda), así como otros servicios y accesos. Hoy los terrenos están clasificados como suelo urbano y sistema general de equipamiento. Y se utilizan, además de como base de Protección Civil, como depósito para los vehículos que retira la grúa municipal; el recinto albergará en un futuro el complejo deportivo Lalín Arena, actualmente en fase de construcción.

En la relación de propietarios de bienes y derechos afectados figura, entre otros, la finca número 1, a nombre de dos mujeres, con una superficie afectada de 10.045 m2. Al concello no le consta que el escrito solicitando la reversión fuese firmado por alguna de las propietarias originales, “e non se constata a existencia de representación algunha para actuar no seu nome”.

La junta de gobierno local entiende que no concurre ninguna de las circunstancias que podrían motivar la devolución de la hectárea, solicitada en un escrito de 23 de diciembre de 2008. Según la legislación vigente, si se alterase el uso que motivó la expropiación del suelo “en virtud e de modificación ou revisión do instrumento de ordenación territorial e urbanística”, cabría la reversión, excepto que “o uso dotacional público fora efectivamente implantado e mantido durante oito anos, ou ben que o novo uso asignado ao solo sexa igualmente dotacional público”. Asimismo, en caso de que el suelo hubiese sido expropiado para ejecutar una urbanización, procedería la reversión si transcurren diez años sin que la actuación se haya terminado.

La junta de gobierno entiende que “non se da ningún dos supostos legalmente establecidos para que proceda a reversión, máxime cando resulta que o uso (mercado de gandos) que motivou, en 1980, a expropiación se mantén na actualidade”. Argumenta que, en todo caso, no se ofrece la restitución de la indemnización expropiatoria recibida en su día por los expropiados. Éstos proponen en su solicitud que se considere como una indemnización por los daños y perjuicios sufridos desde entonces. El ejecutivo cuestiona esta compensación, así como los “supostos e non acreditados danos e prexuízos”. Y, en definitiva, rechaza la reversión de los terrenos expropiados.

También reclama una finca junto al campo de fútbol

La misma persona ha presentado otro recurso en el que reclama la devolución de una franja de terreno que queda entre el campo de fútbol de Lalín y el solar del futuro centro social de Donramiro. Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) inadmite su recurso “por extemporaneidade”, sin “entrar no enxuizamento da cuestión de fondo”.

El antiguo dueño estima, en una demanda interpuesta el 10 de octubre de 2002, que la finca fue expropiada sin seguir el procedimiento expropiatorio y sin pagar nada. La falta de respuesta por parte del Concello de Lalín hizo que el caso llegase a los tribunales de justicia.

La zona está ajardinada y seguramente se urbanizará al levantar el local social, que tendrá por allí un acceso al campo.