El puente de la Avenida Xosé Cuiña de Lalín ha estado a punto de paralizarse por los cambios en la línea eléctrica de Fenosa y de sufrir un retraso de meses en la reapertura al tráfico de este estratégico vial, que está clausurado desde finales de noviembre a causa de un socavón.

No obstante, los problemas con Fenosa se han solucionado tras varios días de negociaciones culminadas en la jornada de ayer, según confirmó el concejal de Obras e Servizos Municipais, Camilo González Bodaño, que ayer aún irradiaba agradecimiento después del homenaje recibido por sus 30 años ininterrumpidos como edil.

La empresa energética, que tiene un tendido que pasa por la zona, exigía la redacción de un proyecto para el paso de su tendido por la zona al desconocer que la canalización ya estaba contemplada en el proyecto redactado por el concello y adjudicado a la empresa Taboada y Ramos por casi 700.000 euros.

La firma eléctrica quería redactar un proyecto y enviarlo a su sede en Madrid para la pertinente supervisión, así como solicitaba un canon de 17.000 euros por la realización de esas obras. Con independencia del abono de esa cantidad, el proceso que pretendía iniciar Fenosa abocaría a la paralización de las obras del puente y causaría un retraso de meses en la apertura de esta vital arteria para el tráfico del casco urbano lalinense.

Por ello, el concello, con el fin de evitar esta demora, se ha afanado en explicarle a la eléctrica que el proyecto del puente contempla tres tuberías como las existentes en la actualidad y la canalización de la línea. En principio, Fenosa aceptó las indicaciones del ayuntamiento y ayer mismo, según confirmó el edil de Obras, apartó el tendido con el fin de que los trabajos prosiguiesen sin dificultades.

Cabe recordar que ésta no es la primera vez que Fenosa pone al concello en dificultades para la ejecución de una obra a causa de sus líneas eléctricas. El caso más significativo es el de la urbanización del Agro de Lalín de Arriba, que se inauguró el pasado septiembre y no podrá ser recepcionada por el concello al menos hasta dentro de cinco meses por la necesidad de pedir un tubo específico para la línea eléctrica. De hecho, la firma adjudicataria, Taboada y Ramos, va a pedir la sexta prórroga de las obras al seguir pendiente del tendido.