Las rutas pedestres se consolidan en la comarca como una de las alternativas de ocio y deporte con más adeptos. Viajar en el coche de San Fernando se ha convertido para muchos dezanos en una excelente manera de conciliar el tiempo libre con la necesidad de realizar ejercicio físico. Ejemplo de este boom de las caminatas fueron las dos últimas, organizadas entre Lalín y Rodeiro y en Silleda el domingo, que movilizaron a un centenar de personas.

Por un lado, la cuarta ruta de senderismo organizada por Concellos Saudables -programa que comparten los ayuntamientos de Lalín y Rodeiro- convocó a más de cien caminantes, que recorrieron un tramo del camino jacobeo de invierno. Esta vía de peregrinación alternativa entre el Camino Francés y la Vía de la Plata mostró sus encantos a los participantes, que hicieron parada delante del Pazo de Camba, de los Pendellos de Río, el entorno del río Arnego y le puente de Pedroso, todo ello en el municipio rodeirense. La caminata tuvo tres niveles de dificultad, con un primer sector de 8 kilómetros hasta el consistorio de Rodeiro, en donde la comitiva disfrutó de un avituallamiento; el segundo tramo, hasta Pedroso, de otros 8; y el último, con final en Lalín, de 11. Con estas actividades, Concellos Saudables pretende incentivar la actividad física en contacto con el medio rural. En esta línea, programa en fechas próximas rutas por O Seixas, Zobra y As Liñeiras, Monte Faro y Grobas y San Bieito do Candán.

En Trasdeza fue la asociación vecinal Olaia la que celebró su III Camiñada de Primavera, que discurrió por las parroquias de Escuadro y Rellas, con especial atención al Pazo de Cascaxide y su bosque -declarado “Bosque amenazado de 2008 por el Ministerio de Medio Ambiente-, la unión de los ríos Escuadro y Toxa o el molino de Covián, el más grande de la comarca, con cuatro ruedas.