El alcalde de Lalín, Xosé Crespo, da por imposible su relación con el actual Ministerio de Fomento. Al menos eso se deduce del acuerdo adoptado ayer entre el gobierno local y una representación de los vecinos de la parroquia de Bendoiro, ya que el concello se comprometió a reservar una partida para la tubería de saneamiento para este mismo año siempre que los lugareños consigan garantías en Fomento de que se acometerán las obras de construcción de las anunciadas aceras.

Crespo, acompañado del edil Antonio Rodríguez, se reunió con los vecinos Isidro Barco y Ángel Fernández para tratar actuaciones de infraestructuras para esta parroquia. En la reunión se acordó que los representantes vecinales soliciten la intermediación del departamento que dirige José Blanco para ver su disponibilidad real de acometer en los próximos meses la rebaja del nivel de la carretera N-525 por su peligrosidad viaria y la construcción de aceras, que fueron anunciadas en 2008, pero que están sin ejecutar. De este modo, se traslada la responsabilidad a los vecinos dadas las malas relaciones entre el concello y Fomento.

Por su parte, el concello reservará una partida para la tubería de saneamiento, algo que ya hizo el pasado año, pero que fue infructuoso, ya que el servicio de alcantarillado no se puede acometer mientras no se construyan los paseos.

En otro orden de cosas, el alcalde lalinense también trasladó su compromiso a los miembros de la junta directiva de la asociación de vecinos de su propósito de acometer, dentro de los planes de obras para el año 2010, la construcción de una depuradora para la parroquia. Asimismo, también prevé la dotación de la red de saneamiento para todo el núcleo de A Laxe, aunque en este punto advirtió de que las dos obras dependerán de que los vecinos afectados pongan los terrenos necesarios para su ejecución.