El 84 por ciento de los incendios forestales registrados en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes en el período 2002-2007 fueron intencionados. Así se desprende de los datos cotejados en el Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais do Distrito XVI: Deza-Tabeirós. En este documento se cifra el número de fuegos localizados en la zona en las anualidades que fueron objeto de estudio en un total de 3.023. En 2.537 se desveló la intencionalidad como la principal causa del incendio. Los fuegos de esta naturaleza arrasaron en conjunto 17.458,9 hectáreas, el 92,68% de la superficie incendiada.

El distrito XVI presenta en el período de estudio una media anual de 504 incendios y 3.140 hectáreas quemadas. El informe recoge que si se compara el número de registros en función del intervalo de superficie afectada, se observa como el 3,1% de los fuegos queman más del 78% de la superficie en incendios superiores a 25 hectáreas. Centrando su atención en los incendios de gran superficie registrados entre 2002 y 2007, el análisis destaca el registrado en la parroquia cerdedense de Pedre en agosto de 2006, momento en el que fueron arrasadas 7.316 hectáreas. Ello sitúa a Cerdedo como el concello con más superficie afectada por el fuego, aún cuando Forcarei se desvela como el municipio con más registros, con un total de 476, seguido muy de cerca por los concellos de Rodeiro (445) y Lalín (436).

Volviendo a la causalidad de los incendios forestales registrados por este distrito en el intervalo 2002-2007, de los 2.537 fuegos presuntamente intencionados el estudio vincula la motivación de 1.344 a la pretensión de agricultores de eliminar matorral. Sin embargo, estos fuegos quemaron una superficie de 3.872,19 hectáreas, frente a las que se sitúan las 8.464,2 arrasadas en los 237 incendios forestales provocados por pirómanos.

Se citan también 409 focos originados por diferentes motivaciones (1.951 hectáreas), 162 (1.437 ha) que se relacionarían con cazadores, 158 fuegos (623,55 ha) vinculados a ganaderos para el nacimiento de pasto, 133 sin especificar, 44 producidos por animales y otros focos intencionados cuya motivación se relaciona en este informe con cuestiones como las disputas por la titularidad de los montes, la obtención de la modificación del suelo, vandalismo, resentimiento contra expropiaciones, animadversión contra las repoblaciones o la venganza, entre otras.

Al margen ya de los incendios intencionados contabilizados en Deza y Tabeirós-Terra de Montes en el período de referencia, 176 de los 3.023 fuegos registrados tuvieron causas fueron desconocidas y 121 se deben a un incendio reproducido. En 55 casos la causa no se especifica y en 36 se vincula a la caída de un rayo. Otras de las causas que se citan en este documento son las quemas agrícolas, quemas de pasto, trabajos forestales, hogueras, quemas de basura, escapes de vertederos, quema de matorral, líneas eléctricas o la acción de motores y máquinas.

En cuanto a los lugares de inicio de estos incendios forestales, cabe apuntar que 745 focos se originaron junto a carreteras, 794 en sendas, 691 en pistas forestales, 480 en otros lugares del monte o 192 en cultivos,.

Un total de 18.837 hectáreas pasto de las llamas

El plan de prevención y defensa contra incendios confeccionado por el distrito XVI refleja que en los 6 años en los que se centra este estudio un total de 18.837 hectáreas de superficie forestal fueron pasto de las llamas, con una superficie media de 82 hectáreas por incendio. En términos cuantitativos Forcarei encabeza la lista con el mayor número de registros, aunque es Cerdedo, como queda indicado, el concello que, con 150 incendios -contra los 476 de Forcarei- vio arder una mayor superficie. Sus 8.086 hectáreas calcinadas se sitúan por delante de las 2.924 que se quemaron en suelo forcaricense, seguidas de las 1.564 que se quemaron en los 406 fuegos que A Estrada registró entre 2002 y 2007.

En la comarca de Deza, el mayor número de hectáreas que fueron pasto de las llamas en este intervalo corresponde al Concello de Rodeiro, en el que se quemaron 1.516 hectáreas en 445 focos. Le sigue Lalín, donde ardieron 1.487 hectáreas en 436 incendios forestales, frente a las 1.435 quemadas en los 379 fuegos de Agolada o las 922 que ardieron en 287 fuegos de Silleda. Dozón y Vila de Cruces presentan la menor superficie afectada en la zona. En Dozón ardieron 655 hectáreas en 293 registros, mientras que en Vila de Cruces se quemaron 248 en 151 fuegos. Atendiendo a la superficie media por incendio, Cerdedo presenta la ratio más alta, 53 hectáreas por fuego. En la mayor parte de los casos la ratio se sitúa en torno a las 3, siendo la menor la de Vila de Cruces (1,64).