La Diputación provincial ha hecho oídos sordos a las peticiones remitidas desde el Concello de Silleda desde la toma de posesión de Paula Fernández Pena como alcaldesa y limitó sus aportaciones a los planes provinciales salvo pequeñas aportaciones puntuales, la mayor parte de ellas concretadas el año pasado. El más que evidente distanciamiento entre las dos instituciones, ha motivado que, según consta en la contabilidad municipal, el organismo que preside Rafael Louzán sólo haya destinado el año pasado 2.000 euros para la Festa da Empanada da Bandeira, 3.000 para clases de gimnasia de mantenimiento, 1.000 para material deportivo y algo más de 5.600 para la escuela municipal de música.

Mientras tanto, ha desoído, en los escasos encuentros de la regidora Paula Fernández Pena con representantes provinciales, la creación de un campo de hierba artificial en Lamela, actuaciones en infraestructuras deportivas, la creación de una senda peatonal entre las aceras de A Mera y el parque de As Pedrosas o hasta la petición de aglomerado para las pistas y contenedores para el rural. En este sentido, Pena lamenta además que distintos colectivos culturales del municipio también hayan sido discriminados por este organismo.

“Con esta política non só perxudican ao goberno, senón tamén a boa parte da cidadanía de Silleda”, lamenta la mandataria que considera inadmisible la nula colaboración de la Diputación con el municipio y recuerda que en parte de los planes provinciales, que le pertenecen legalmente al concello, el organismo provincial sólo se hace cargo del 30% del montante económico de las obras. Además, la institución tiene aún no ingresó en las arcas municipales los 60.000 euros comprometidos de unas obras anteriores del auditorio de A Bandeira “nin tampouco os 18.000 euros da axuda para a redacción do planeamento urbanístico”, alega Pena.

La anecdótica inversión contrasta con los algo más de medio millón de euros aportados por el organismo provincial al concello en el período 2006-2008, aunque cabe puntualizar que muchas de estas inversiones se concretaron ya con el gobierno socialista en el poder. El año pasado, el ejecutivo recibió 14.000 euros para contratar personal, 13.800 para la oficina de turismo y 48.000 euros para dos vehículos. Mientras tanto, con cargo al plan de saneamiento de 2006 figuran más de 183.000 euros, de los que 63.000 aún no fueron ingresados. La mayor cuantía corresponde al Plan de Acción Municipal (PAM) 2006-2008 mediante el que la Diputación aportó más de 555.000 euros, además de los 28.000 para mobiliario del centro social de mayores.