José Manuel Reboredo reconoce que la de esta semana no ha sido la primera cita entre PSOE y Cidega. El líder de esta formación política en A Estrada escapa al prototipo de "el otro" en la relación que socialistas y nacionalistas estradenses sellaron hace algo más de un año con la firma de un pacto de gobierno. Insiste en que los contactos de su grupo con el Partido Socialista son públicos y transparentes, ajenos a conspiraciones y lejos de las sombras. Mientras todas las miradas se centran estos días en esta formación, Cidega ofrece al gobierno "lealtad, experiencia, trabajo e ilusión". Reboredo señala que la pelota está en el tejado socialista para que la relación sea formal. Su partido está dispuesto a brindar estabilidad al gobierno municipal, eso sí, sin el BNG y sin excesiva demora. En política, como en el amor, también se corre el riesgo de que se pase el arroz.

-¿Es consciente de que gran parte de la ciudadanía estradense tiene estos días ojos y oídos puestos en Cidega?

-Es posible, pero es algo normal, algo habitual en la vida democrática. Siempre dijimos que, desde la posición que los vecinos nos concediesen dentro de la corporación municipal, trabajaríamos en positivo para A Estrada. Pienso, honestamente, que lo hicimos y lo seguiremos haciendo durante el tiempo que resta de legislatura. Nosotros sólo estamos cumpliendo nuestro papel en una corporación en la que públicamente se ha reconocido que hay problemas de comunicación dentro del gobierno constituido y es lícito y sano democráticamente que las fuerzas políticas hablen entre sí para buscar la fórmula de gobierno que más beneficie a los vecinos.

-Reconoció recientemente la existencia de contactos con el PSOE de A Estrada, que perfilan una negociación entendida como el embrión de una posible alternativa que, de concretarse, dejaría fuera al BNG del gobierno local. ¿En qué punto están las negociaciones?

-Nosotros no queremos sacar a nadie. Ni pusimos a nadie ni queremos sacar a nadie. Son los vecinos de A Estrada los que han elegido a sus representantes municipales en las proporciones que cada uno tiene en la corporación y nosotros lo que estamos haciendo es que hay un acercamiento, una llamada, del Partido Socialista, que nos plantea la posibilidad de buscar fórmulas alternativas, o formas de gobierno, colaboraciones, para contribuir a la gobernabilidad y nosotros, desde la responsabilidad, estamos ejerciendo esa función, la de opinar, hablar, ver y fundamentalmente sumar. Si quien tiene que tomar la decisión, que no es Cidega, cree que nosotros podemos aportar lealtad, capacidad de trabajo y compromiso pues posiblemente se piense en nosotros. Es cierto que las negociaciones hace aproximadamente dos meses que se están produciendo. Al principio pequeños acercamientos, diálogos en temas muy concretos, y se va avanzando hasta que llegamos a una fase ya más de compromiso, de proyectos y propuestas y de actitudes de cada uno de los grupos.

-Desde el comienzo de la legislatura se ha palpado cierto feeling entre Cidega y PSOE. ¿De qué depende que la relación llegue a mejor puerto?

-Creo que Cidega mantiene una actitud, primero, de respeto hacia los demás y, por tanto, también espera que los demás respeten a Cidega. Nuestro feeling es de relación humana, fundamentalmente. Creemos que a través de las relaciones humanas se puede fomentar o crear ese feeling entre las fuerzas políticas. Hablamos más con unos que con otros. Hay con quien es imposible hablar porque siempre están detrás de una pared y, evidentemente, con quien no se puede hablar, pues no se puede hablar. A partir de ahí, exponemos proyectos, iniciativas y si alguien cree que podemos aportar algo tomará la decisión, o no. Eso ya no es un tema que a Cidega le preocupe.

-¿Diría que son las de estos días las crónicas de un pacto anunciado?

-No, ni en un sentido ni en otro. Nosotros hemos hablando con el Partido Socialista formalmente, con transparencia ante los ciudadanos. Cidega creo que dio un paso en ese sentido de hacer públicas las negociaciones, nosotros no tenemos que esconder nada, no estamos conspirando contra nadie y menos desde la sombra. Estamos ejerciendo nuestra función democrática que es dialogar y aportar soluciones a un conflicto que está reconocido por ambas partes. Hemos expuesto en la última reunión con los líderes del Partido Socialista cuáles son nuestros objetivos, cuáles son nuestras condiciones y el Partido Socialista ha puesto sobre la mesa cómo ve la posibilidad de un acercamiento ya más en serio. Nos hemos dado un tiempo para analizar el contenido de esa última reunión y a partir de este momento Cidega no tiene nada más que decir que si el PSOE considera que nuestros posicionamientos son asumibles pues tendrá que dar el siguiente paso y, si no lo da, nosotros seguiremos en nuestra misma función en la oposición. Por tanto, no nos corresponde a nosotros si es una muerte anunciada o un nacimiento previsto.

-¿Qué puede aportar Cidega al gobierno de A Estrada?

-En primer lugar lealtad. Para nosotros es una palabra importante. Más que la firma de pactos, para Cidega es mucho más significativo un apretón de manos mirándose a la cara que una firma. Aportaríamos lealtad; creo que podemos aportar experiencia, trabajo e ilusión. Los ciudadanos nos han dado su respaldo en unas elecciones municipales muy difíciles para Cidega. Fue el centro de atención de todas las críticas, tanto de la derecha como de la izquierda. Aún así, los ciudadanos nos dieron un respaldo muy importante, 1.400 votos en un apoyo muy importante y ese apoyo fue gracias al trabajo de la gente que formaba Cidega y de la ilusión que generó en campaña. Nosotros podemos aportar iniciativas y gestionarlas y creo que A Estrada en estos momentos necesita iniciativas y gestión. Cidega movería los resortes para que el gobierno municipal cerrarse temas, temas que en estos momentos están todos sin cerrar.

-¿Podrían poner las elecciones autonómicas fecha de caducidad al pacto PSOE-BNG ?

-Podemos dar nuestra opinión desde fuera. Es posible que en un principio fuese un buen término para un pacto con el BNG. En todo caso para nosotros el tiempo es importante y por tanto entendemos que Cidega si es necesario deberá serlo antes de las autonómicas, debería serlo antes de las autonómicas para formalizar un pacto de legislatura, si se diese el caso. Cidega tiene que dirigir su estrategia. Estamos convencidos de que debemos trabajar para estar en el punto de salida en el 2011, en las próximas elecciones municipales. Los amores platónicos quedan muy bien en la literatura pero en la vida real hay un tiempo para el matrimonio, sino ya se pasa el arroz.

-Reconoce que la de esta semana no ha sido su primera cita, ¿cuándo será la próxima?

-A esta pregunta no podemos responder desde Cidega, tendrá que responder quien tiene la capacidad para convocar si estima oportuno. No lo sé.

-¿Dónde se ven comiendo el turrón, gobierno u oposición?

-En una cena de candidatura y de colaboradores que haremos antes de final de año y luego tenemos mucha ilusión por comerlo con nuestras familias.

-Señaló hace unos días que Cidega no permitiría que se le utilizase. ¿Se han sentido así en algún momento?

-No, en absoluto. Es posible que una parte de la ciudadanía, que desconoce cómo Cidega mueve los hilos o cómo se está moviendo dentro de esa situación, pero nosotros nunca nos sentimos utilizados. Aunque no tenemos capacidad para cerrar el pacto, porque le corresponde a la fuerza mayoritaria, nosotros sí tenemos la capacidad de negociar nuestro futuro. Y estamos haciéndolo en términos de sumar. Y sabe el PSOE que estamos dispuestos a sumar y cómo queremos sumar. Ese es el límite que ha puesto Cidega.

-¿Han hablado de carteras?

-No se ha llegado a ese tema. En su momento se sabrá que ha planteado Cidega.