Un paseo por los tres pabellones que ocupa la Semana Verde permite constatar que la presente edición se vuelca de forma evidente en el sector forestal y en su papel como fuente de material energético sostenible. Así, si el año pasado la novedad de la feria eran las casas prefabricadas de piedra, esta vez el pabellón 2 acoge curiosidades como una caldera de biomasa -que conserva por más tiempo la misma temperatura- de Toscoaragonesa, una farola que funciona íntegramente con energía solar y eólica, creada por Eolia, y unas estufas que usan residuos de madera como combustible, todo ello en el pabellón 2.

Dichas estufas, promovidas por la marca ourensana Ecofogo, ahorran un 50% respecto a la calefacción por gasóleo, ya que utilizan como energía los pellets, una especia de pastilla prensada y granulada de 6 milímetros que se crea a partir de serrines, virutas y astillas. De este modo, además de minimizar los restos de madera del aserradero, la firma Mosquera Villavidal garantiza una solución sencilla para calentar un área de 140 metros cuadrados, ya sea en viviendas individuales o espacios públicos, así como en zonas de actividad agrícolas como invernaderos, granjas o viveros. La promotora de este biocombustible ha recibido, por ello, una mención en el 22º Concurso de Innovación Tecnológica, por cerrar además el ciclo de producción en la comunidad gallega.

Y de un producto autóctono, a otro adoptado. Es el caso del "proyecto patata", que desde este año desarrolla el Instituto Ourensano de Desenvolvemento Económico (Inorde) en la zona de A Limia, y que consiste en introducir en esta comarca del sur ourensano 30 variedades de tubérculos de Hungría y Polonia, muchas de ellas conocidas como las "patatas rubias". Así, este año se sembraron 20 clases de patatas polacas y 10 húngaras en fincas de ensayo, que serán controladas durante tres años para ver cómo se adapta el cultivo al suelo y mejorar de esta forma la competitividad del producto bandera de A Limia. De este modo, las modalidades de barakka y kennebec compartirán escenario con un sinfín de variedades más, emulando las 84 existentes en el país polaco.

La combinación de cultivos es, por otra parte, similar a la combinación de animales. Si en el salón de ganadería se pueden contemplar razas autóctonas de vacas y ovejas, como la vasca latxa _-de la que se obtiene el queso Idiazábal-, entre los animales de compañía figuran tanto hámster y conejos de Indias como la iguana de Mona, un reptil exclusivo de esta isla de Puerto Rico.