La estación de tren de Botos sigue con su proceso de desmantelación por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que tiene la intención de dejar al recinto sin personal y limitar la atención en la zona a un Servicio Itinerante de Circulación(SIC), que atendería la línea, pero en ningún caso a los viajeros.

Como parte de esta intención de cerrar el recinto ferroviario de Lalín, el administrador mantiene la estación en la actualidad sin personal de atención al público y deja la venta de billetes en manos de los interventores en ruta, tal y como se indica en varios carteles.

No obstante, éste no es el único problema del recinto lalinense, que prolonga desde hace meses, pese a los parches, deficiencias como la acumulación de suciedad, la rotura de paneles informativos y la inoperatividad de los baños. En este sentido, los servicios permanecen cerrados con llave, una medida que se tomó para impedir actos vandálicos, aunque se indica a los posibles usuarios por medio de un cartel que si quieren utilizarlos tienen que llamar al timbre que se encuentra en la pared. En principio, este sistema está pensado para que sean los residentes en la estación los que abran los cuartos de baño, aunque es muy poco funcional.

Por lo demás, también es notoria la presencia de polvo y de ciertos restos de basura, pero ya no se puede comprobar, como antaño, las fechas en las que se han realizado las tareas y las inspecciones de limpieza e higiene. Hace meses, esta información aparecía colgada en un pael informativo, pero ahora se encuentra completamente roto y lleno de mugre.

Por lo demás, la estación apenas ha mejorado ligeramente con la reforma acometida antes del verano por un importe de 55.000 euros. El cambio más visible radica en que todas las puertas y ventanas están "bunkerizadas", ya que se las dotó de enormes y duras placas metálicas.

Con esta situación, sólo resta esperar a que el Adif convoque la reunión definitiva sobre el futuro de la estación, que estaba fechada pero se aplazó sine die. En principio, propondrá la supresión de la plantilla fija en Lalín, pero los sindicatos intentan que suba su oferta.