En torno a medio millar de lalinenses presentaron las solicitudes para acogerse a los distintos servicios de asistencia domiciliaria que contempla la aplicación de la Ley de Igualdad y que contempla propuestas de apoyo familiar o remuneraciones económicas para los miembros de las unidades familiares. La edil de Servizos Sociais, Paz Pérez, informó ayer que el concello ya ha valorado cerca de la mitad de las demandas, que seguirán evaluándose paulatinamente hasta determinar los servicios que podrán atenderse.

A día de hoy, una veintena de ciudadanos ya están siendo atendidos en sus domicilios con amparo a esta nueva propuesta legislativa, algo que no implica la sustitución de los servicios que ofrece la administración municipal, orientados en el mismo sentido. La edil precisó que "os dous servizos seguirán facéndose paralelamente, aínda que no caso destos novos, é a Xunta a que asigna previamente as horas para a cada unha das persoas dependentes". La edil recordó el compromiso del gobierno local en esta materia, con la puesta en marcha de una oficina de Igualdade, una concejalía propia, el centro de información a la mujer o la contratación de una técnica específica para coordinar la aplicación de la legislación vigente. Calificó como "boísima" la Ley de Igualdad, aunque lamentó el retraso que acumula su aplicación desde su ratificación por el gobierno.

Por otro lado, la concejala acompañó a María Jesús Payo y Celso Taboada, técnicos de igualdad, en la presentación del II Plan de Igualdade de Oportunidades 2008-2011, que pretende ser un elemento que sirva como guía para el desarrollo de políticas paritarias, de prevención de la violencia o la sensibilización de la sociedad en numerosos campos. Taboada resumió en siete las principales áreas de actuación y recordó "os importantes cambios xurídicos que houbo nos últimos meses, co que se establece que o que antes só eran medidas, agora están amparadas pola lei", dijo.

Payo destacó la importancia de sensibilizar al empresariado en lo que respeta a la contratación de mujeres, una vez que hai más desempleo femenino y una mayor precariedad laboral que entre los hombres. La corresponsabilidad, la conciliación, la calidad de vida y el fomento de la participación social fueron otros de los argumentos en los que trabajaron los técnicos. Payo y Taboada recordaron problemas presentes en la sociedad como los casos de acoso en las aulas y abogaron porque la sociedad sea inflexible en los casos de violencia contra la mujer. Entre las numerosas medidas propuestas, destaca la creación de un Consello Local da Muller, como elemento de coordinación entre el concelllo y el movimiento asociativo.