"Por aquí non había por onde andar". El presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, invitaba así al mediodía de ayer a los vecinos congregados sobre las nuevas aceras de la localidad estradense de Souto de Vea a realizar una comparativa entre el antes y el después de las obras de urbanización ejecutadas por el ente que preside en este enclave del rural de A Estrada, una actuación que incidió en la mejora de los servicios y en la protección vial. La inauguración llegó tres años después de que se adjudicasen las obras, realizadas al pie de la EP-8401, que enlaza Portela con Souto de Vea. Los trabajos arrancaron oficialmente en febrero de 2006 y precisaron 667.968 euros, cantidad que Louzán quiso traducir en su intervención a los equivalentes 120 millones de las antiguas pesetas. Al acto de inauguración asistieron numerosos representantes de los grupos municipales del PSdeG-PSOE y PP, una comitiva encabezada por el alcalde, José Antonio Dono, y acompañada por el vicepresidente de la Diputación José Juan Durán, el diputado Jesús Palmou y el alcalde de Forcarei, David Raposeiras, entre otros.

Louzán recordó que las obras se iniciaron siendo alcalde Ramón Campos y consideró que el resultado permite "estar satisfeitos", aún cuando reconoció la intención del organismo provincial de realizar algunas variaciones recomendadas por los vecinos. Indicó el mandatario pontevedrés que "esto non quedará aquí" para pasar a referirse a otras acciones que la Diputación tiene en marcha en el municipio, caso del ensanche y mejora en viales de San Xiao y Santa Cristina de Vea.

El máximo mandatario local quiso aprovechar su turno de palabra para, tras agradecer la presencia de Louzán, pedir a la Diputación que se agilicen los desbroces en pistas de titularidad provincial, "este ano un pouco abandonados". De igual modo, el regidor no dejó de reconocer que la obra ayer inaugurada "ten algunha deficiencia".

Antes de que comenzase el recorrido institucional, previo al descubrimiento de una placa conmemorativa, un vecino tomó la palabra para "agradecer a Rafael Louzán e Ramón Campos o que fixeron por Souto de Vea", subrayando que "é de ben nacidos ser agradecidos". Tras expresar su reconocimiento, José Barcala indicó que la zona precisa ahora "unha traída de auga potable".

De los 667.968 euros de la actuación, 72.839 se corresponden con las labores de movimiento de tierras y 87.706 con la reposición de muros y cierres. Para el sistema de saneamiento con separación de pluviales y fecales se destinaron 191.867 euros y 110.459 a los 36 nuevos báculos del alumbrado. Los más de 2 kilómetros de bordillos y 3.721 metros cuadrados de loseta para las aceras costaron 117.428 euros y 30.035 los cerca de 2 kilómetros de abastecimiento. A ello se añaden los servicios de teléfono y luz canalizados bajo tierra y la señalización del vial.