El Casino de Lalín cuenta recientemente con la figura de un nuevo presidente al frente de la organización, Manuel Fernández Barros, un antiguo socio con grandes proyectos que ahora tiene su oportunidad para lograr que sean una realidad. Como presidente de la asociación lleva apenas un par de meses, pero como socio ya ha cumplido más de tres décadas, "pues soy miembro desde el año 72", como él mismo proclama con cierto orgullo. Resultó elegido por la mayoría de los socios asistentes a la última asamblea tras una votación en la que se combinó la mano alzada con el sufragio secreto.

- ¿Con cuántos socios cuentan en la organización?

- Ahora mismo somos 336 socios.

- ¿Qué criterios se sigue para el ingreso de los socios?

- Simplemente se cubren los datos y se paga la cuota mensual. Está a disposición de todos los públicos.

- ¿Cuál es el perfil de los socios lalinenses?

- No existe un prototipo. Existen miembros de todas las edades. Sin embargo, los de edades próximas a los cincuenta años son los más abundantes. Y en cuanto al nivel adquisitivo, no está ligado a empresarios, como muchos creen. Quizás con lo que más contamos es con funcionarios, médicos o abogados.

- ¿No considera que el mundo de las sociedades de los casinos está desfasado?

- La verdad es que sí. A día de hoy la mayoría deberían sufrir transformaciones, pero esto resulta muy costoso. En el caso de Lalín, tenemos limitaciones económicas, pues no contamos con suficientes fondos.

- ¿Cree que existe relación entre el mundo de los casinos y el elitismo?

- No. Las cuotas que tenemos en Lalín son bastante bajas, unos 16 euros Además. no hay impedimento para cualquier persona que quiera inscribirse.

- ¿Qué tipo de actividades realizan como asociación?

- De tipo cultural y deportivo, aunque estas últimas son las que ofrecen mayores impedimentos. Contamos con charlas académicas de distinta índole, divulgativas, torneos de ajedrez, de dominó, todas son actividades cuya realización no implique un alto coste, pues no disponemos de capital. Las únicas actividades que no tienen cabida son las de índole político.

- ¿Resulta complicado compaginar este cargo con su vida laboral y familiar?

- No, la verdad es que ya llevaba un tiempo de secretario y este cargo no ofrece mayor dificultad.

- ¿Cree que el futuro del Casino de Lalín está sentenciado?

- No. Se trata de una institución con más de cien años, pues no se sabe con exactitud cuando se inauguró pero tenemos constancia de que en 1855 ya funcionaba como tal. Es seguro que aguantará, pues sólo el edificio ya es un gran recurso patrimonial.

- ¿Cuál es la solución para solventar la falta de recursos económicos?

- Lo ideal sería subir las cuotas para poder mejorar las iniciativas culturales, así como la creación de instalaciones deportivas adecuadas.