La deuda del Concello de Silleda se ha reducido en unos 450.000 euros en el último año, logrando invertir así la tendencia alcista de los pasados ejercicios. Es difícil cuantificarla con exactitud, pero podría rondar los 8,5 millones de euros, según las estimaciones del gobierno local, que dará cuenta en el pleno del próximo jueves (20.00 horas) de la liquidación del presupuesto del año 2007. En lo que queda de ejercicio seguirá actuando con las cuentas prorrogadas, pero el departamento de Intervención está trabajando para intentar aprobar en plazo -antes del 31 de diciembre- el presupuesto del año 2009.

Una vez ajustado, el resultado presupuestario de 2007 asciende a 510.857 euros, cantidad que corresponde a la diferencia entre las obligaciones reconocidas de pago y los derechos reconocidos de cobro. La alcaldesa, Paula Fernández Pena, presentó ayer la liquidación, arropada por los ediles Manuel Cuiña y Dolores García. El gobierno achaca a su "política de contención" de la segunda mitad del año pasado la "salientable reducción no remanente de tesorería", que se queda en -4.262 euros a 31 de diciembre, frente a los -511.263 del año anterior.

Al detraer los saldos de dudoso cobro y el exceso de financiamiento afectado (subvenciones ya cobradas sobre las cuales no se ha realizado aún el gasto), queda un resultado de remanente de tesorería para gastos generales que varía de -2,35 millones en 2006 a -1,9 millones en 2007. Esta cifra negativa sería la deuda municipal reconocida, a la que habría que añadir las facturas depositadas en cajones en el concello, que el gobierno estima en otros 4 millones, y la deuda bancaria (más de 2,57 millones) contraída con Caixanova, Banco de Crédito Local y Santander. La cifra resultante supera con creces los 8 millones de euros, aunque no se conocerá hasta que termine el proceso de puesta al día de los cajones, que están siendo revisados por los auditores y en los que hay facturas de hace más de quince años. De hecho, la auditoría de 2006 está tardando más de lo previsto, ya que se pidieron datos a 145 proveedores para cotejarlos con los de las facturas almacenadas.

El concello debía 1,43 millones de euros en 2005 y 2,35 milones en 2006, pero en 2007 baja a 1,9 millones. "Conseguimos romper a tendencia alcista da débeda municipal facendo unha mellor política económica", afirma Pena. La deuda acumulada en los famosos "caixóns municipais" es mayor que la de la contabilidad oficial; "por iso, a situación económica de Silleda é tan preocupante, aínda que empézase a ver que os esforzos comezan a dar froitos", señala la regidora, que apunta a una "mellora da xestión" del día a día, como ahorro en teléfono, gasóil o petición de ofertas a proveedores. Por ejemplo, tras pedir precios, el m2 de hormigón se paga a 55 euros, cuando antes costaba 90.