Silvia Alende / A ESTRADA

El verano ya está aquí y con él han llegado el sol, los bañistas buscando un hueco en playas abarrotadas, las toallas de colores y las protecciones solares. Es tiempo de vacaciones, de ocio y de descanso. Unos eligen el mar; otros, el interior; y otros, las ciudades de interés cultural. Pero todos ellos tienen como objetivo olvidarse de la rutina laboral que los acompaña todo el año y disfrutar de unos días de tranquilidad. Sin embargo, en este período de relax son muchos los peligros que acechan al veraneante. Uno de esos riesgos reunió ayer a las 20 horas a la nutricionista Clara Torres con el público estradense que se desplazó hasta el Teatro Principal para escuchar sus consejos. Las intoxicaciones alimentarias fueron la parte central de una exposición impulsada por el Concello de A Estrada dentro del programa "Camiño de Saúde".

La experta explicó cómo prevenir la aparición de enfermedades procedentes de alimentos en mal estado, tales como las ya tan conocidas salmonelosis, shigelosis o anisakiasis. Y es que toda prevención es poca cuando las altas temperaturas se convierten en el aliado perfecto de los microorganismo bacterianos.

Fueron muchas las recomendaciones que los asistentes pudieron escuchar. Ante todo, hay que mantener la higiene de la persona que manipula los alimentos y también de las cocinas. De otro modo, un verano que se presenta repleto de actividades puede llevar a aquel que se despiste cuidando su alimentación a pasarlo en la cama de un hospital, aquejado de una intoxicación alimentaria.

El buen tiempo invita a disfrutar de las comidas al aire libre. Pero con las altas temperaturas toda prevención es poca para mantener el buen estado de los alimentos. La nutricionista fue tajante: los productos que vayan a trasladarse para ser consumidos tiempo después deben conservarse justo al terminar de cocinarlos, además las salsas deben llevarse en recipientes separados y hay que evitar mezclar alimentos fríos con otros calientes.

El punto de venta puede ser también foco de infecciones, por lo que hay que optar por aquellos envases cuyo estado sea óptimo, es decir, para evitar riesgos nada mejor que desechar los que presenten oxidaciones o los que estén abollados. y los congelados deben adquirirse en último lugar. Siguiendo estas sencillas recomendaciones, las vacaciones serán días de descanso, pero sobre todo serán días seguros.