Nunca antes en el auditorio de la Semana Verde se habían oído tantas voces críticas con la directiva que preside José Maril Sánchez. Incluso antiguos miembros de la junta dejaron constancia de sus protestas en distintos momentos de la asamblea más larga y tensa que se recordaba en la asociación ferial. La mesa presidencial se levantó a las 1.20 horas de ayer, dejando aún con la palabra en la boca a socios que exigían fecha para una sesión extraordinaria sobre el futuro de la agrupación ante la nueva situación que crea el cambio estatutario en la fundación. Tras más de tres horas de polémica, los socios abandonaron el foro con la sensación de no haber avanzado nada.

En el turno final de ruegos y preguntas se produjeron algunos de los episodios más tensos, sobre todo cuando tomó la palabra el socio Rosendo Estévez, que lidera un movimiento de recogida de firmas para forzar la convocatoria de una asamblea extraordinaria. "Esta asemblea reflexou o que foi a vida da asociación nos últimos anos, un auténtico desastre", manifestó el integrante del sector crítico con la gestión de Maril. Aludió a las "moitas críticas" y votos negativos habidos en una sesión menos concurrida de lo que se podría prever, sobre todo porque en los días previos hubo llamadas telefónicas a socios invitándoles a acudir a la reunión, si bien otros ni siquiera recibieron la convocatoria por carta. Al final, Maril se garantizó los apoyos necesarios para ganar las votaciones, algunas por márgenes muy estrechos, otrora impensables.

Como ruego final, Rosendo Estévez pidió la dimisión de toda la junta. También declaró que la agrupación había estado recibiendo subvenciones de forma ilegal y que ya había presentado reclamaciones en dos consellerías por este motivo. Maril no desperdició la ocasión para increparle y recabar apoyos: "Vaia colaboración a súa! É un mentireiro. Queren que lle devolvamos os cartos ás consellerías?", le espetó cuando el socio quería justificarse. "O problema é que o señor Rosendo antes cobraba da Semana Verde e dun tempo a esta parte deixou de facelo. Aí está todo o problema", zanjó el presidente. Estévez replicó que él y su "grupo" impugnarán los acuerdos de la asamblea.