C.G./S.R. / Pontevedra/Silleda

El vecino lalinense José Francisco Trillo Vilar aceptó ayer una condena de tres años de prisión por un delito contra la salud pública durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial. Este vecino de la capital del Deza reconoció que poseía diversas cantidades de estupefacientes y que además cultivaba una importante cantidad de plantas de marihuana en una finca propiedad de la Xunta de Galicia situada en Silleda.

El joven reconoció, tal y como consta en el escrito de acusación del fiscal, que disponía en su domicilio de la capital dezana de distintas sustancias estupefacientes destinadas al tráfico ilícito de las mismas. Cuando fue detenido el día 2 de septiembre de 2007, la Guardia Civil descubrió en el dormitorio de su casa 518,7 gramos de cocaína con un valor en el mercado de 31.025 euros, así como una placa de hachís de 45,8 gramos y 19 macetas con plantas de marihuana y otras 48 más, de pequeño tamaño, que crecían en un invernadero dedicado a su cultivo y que suponían un total de 46,8 gramos de cannabis. Asimismo, también se le ocuparon 14.300 euros en metálico procedentes del tráfico ilícito de estupefacientes y elementos relacionados con la manipulación de estas sustancias: armarios de lona con lámparas de calor, ventiladores, sacos de tierra y varios móviles, entre otros.

Además, el acusado reconoció que tenía en la finca propiedad de la Xunta 40 plantas de marihuana que tenían un peso bruto de 36 kilos, medían una media de 1,70 metros cada una y suponían 10 kilos de cannabis con un valor en el mercado de 29.500 euros.

Con el acuerdo alcanzado ayer entre las partes, el acusado logró reducir sensiblemente la pena que solicitaba inicialmente el Ministerio Fiscal, que se elevaba a nueve años de prisión y una multa de 182.609 euros. Además aceptar una condena de sólo tres años, el acusado también asume el pago de una multa de 70.800 euros.

Suspensión de condena

El acusado se encuentra en prisión preventiva desde que fue detenido el 2 de septiembre del pasado año. Ahora el fiscal espera recibir la documentación necesaria del centro de A Lama para pronunciarse favorablemente de cara a una posible suspensión de condena. Según se supo durante la vista oral, el acusado cuenta con aspectos favorables para obtener este beneficio penitenciario como es el hecho de los buenos resultados de su estancia en el módulo terapéutico de la prisión.