Un vecino de Lalín fue víctima de un robo en el que los asaltantes le sustrajeron la cartera con 150 euros, tras ser encañonado con un arma desde el interior de un vehículo. El suceso se produjo a plena luz del día del pasado sábado en las inmediaciones de la rúa D cuando el ciudadano, que salía de su casa, fue requerido por una pareja que le preguntó por la salida más idónea desde el centro del casco urbano para dirigirse a Santiago de Compostela. Según la víctima, una mujer, que llevaba un mapa de carreteras en su regazo, le solicitó información sobre la forma de salir del centro, mientras un varón, desde el asiento del conductor empuñó una pistola amenazándolo con que le entregase la cartera.

En ese instante, su compañera introdujo la mano el el bolsillo de la chaqueta de la víctima y se apoderó de todo el dinero que llevaba. Aunque la actuación duró apenas unos segundos, el asaltado quedó bloqueado por el pánico y no fue capaz de solicitar auxilio entre los numerosos viandantes que transitaban por esta céntrica calle. Los ladrones incluso, en esa escasa fracción de tiempo, decidieron devolverle la billetera, después de dejarla solamente con la documentación de la víctima y hacerse con el dinero. "Leváronme o que tiña nese momento, que eran uns 150 euros, e todo foi nuns segundos", afirma la víctima.

A continuación, según el asaltado, la pareja que "levaba un coche azul", abandonó la calle sin provocar la más mínima sospecha de que habían cometido un atraco. El vecino, que reside en esta zona, admite que debido a la situación de nerviosismo que estaba padeciendo "non fun capaz de identificar nin o tipo de coche nin a matrícula, sólo sei que era un vehículo azul", declara. Sobre el aspecto de los ladrones, tampoco puede hacer una descripción muy exhaustiva y apunta que se trataba de una pareja que, por la forma en la que tenían de comunicarse entre sí, podrían ser extranjeros, pese a que desconoce su lugar de procedencia. Le sorprende especialmente el método empleado por los asaltantes que decidieron realizar el atraco en una calle céntrica del casco urbano, en torno a las tres y media de la tarde, por lo que cualquier ciudadano pudo advertir la situación, aunque parece que no fue así.

La víctima admite que no presentó denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil debido a que no puede aportar demasiados datos sobre los asaltantes, por lo que cree que será muy complicado de indentificarlos. Lo que sí mantiene es que "nunca máis volverei a achegarme a un coche para atender a alguén que me pregunte por algo" y reitera que, varios días después de padecer el robo "aínda me tremen os brazos coa impresión que levei", alega.

Además de la frialdad e incluso la temeridad con la que actuaron los atracadores, sorprende especialmente que optasen por actuar a plena luz del día, en una rúa céntrica y después de constatar que había gente paseando cerca. El suceso sorprende más si cabe debido a que en Lalín el índice de delincuencia está por debajo de la media en poblaciones de su categoría, por lo que se puede tratar de un hecho aislado.