El acuerdo de indemnizaciones entre la empresa Proinsa y los 240 empleados despedidos está bastante cerca y podría establecerse en torno a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que fijaría unas cantidades de 30 días por año trabajado y anularía los juicios sociales por despido improcedente, que está previsto que arranquen el próximo viernes en Pontevedra.

Ayer se produjo un encuentro entre representantes de la empresa, que son los que ofrecen el ERE para llegar a un acuerdo con los trabajadores tras conseguirlo con los acreedores comerciales y la banca, los sindicatos, los administradores concursales Diego Comendador y Agustín Martínez Fabero y seis abogados de operarios no afiliados a ninguna organización sindical.

En principio, y pese a que la CIG considera que las indemnizaciones de 30 días por año son escasas, existe bastante cercanía a alcanzar un acuerdo en torno a la regulación de empleo, aunque todo dependerá de la postura del Fondo de Garantía Social (Fogasa), que deberá asumir el pago de 20 de los 30 días por año que corresponderían de indemnización a cada trabajador.

Por ello, y dada la importancia de su postura, se ha convocado una nueva reunión para las 12.30 horas del hoy en la que estará el responsable provincial del Fogasa, Miguel Estévez. Para cerrar el acuerdo y convertir los despidos improcedentes en un ERE, los sindicatos quieren que el Fogasa se comprometa a asumir 20 jornadas de indemnización y decrete las 10 restantes como crédito contra la masa, de modo que serían prioritarias sobre cualquier otro pago. Así, los trabajadores tendrían garantías de cobrar la cantidad íntegra y de hacerlo en plazo razonablemente ágil. En principio, la CIG y algunos abogados de trabajadores particulares son reacios a este acuerdo y apuestan por la improcedencia y las compensaciones de 45 días, aunque si el Fogasa concede garantías es posible que exista unidad de acción para cerrar el acuerdo. En todo caso, se está trabajando contrarreloj, ya que el trato debe cerrarse antes de los juicios del viernes. Además, Proinsa también tienen prisa, ya que, de alcanzar un acuerdo con los trabajadores, podría avanzar en la oferta de compra por parte de un grupo de capital gallego.

Eso sí, la CIG se va a mantener firme y máxime cuando la primera sentencia por despido improcedente de un peón de Proinsa, que fue emitida en Madrid, concedió 45 días anuales de indemnización.