Una comisión gestora se encargará de revisar los estatutos de la asociación ecologista Sobreira, creada en 1989 en Lalín y cuyos miembros y colaboradores se reunieron el sábado para relanzar esta iniciativa. En realidad, esta asociación no había desaparecido, puesto que sus miembros participaron en proyectos de O Naranxo y otros colectivos de la comarca, amén de participar en las campañas de la Federación Ecoloxista Galega (FEG) y elaborar diversas denuncias medioambientales.

Precisamente, gran parte de los miembros de Sobreira convocaron el sábado un encuentro, abierto al público, con el ánimo de volver a "reactivar" la asociación y, con ello, integrar a los interesados en la ecología. A falta de local, una veintena de personas se reunió en el tercer piso del edificio que alberga el Museo da Marioneta y que, dicho sea de paso, despertó las críticas de los presentes debido a su mal estado. Por ello, durante el encuentro se sopesó la necesidad de buscar una sede para futuras reuniones.

Por el momento, se decidió comprobar si dichos estatutos, con casi 20 años, cumplen ahora la legalidad. La mencionada comisión determinará si son válidos o si, por la contra, será preciso redactar otro documento que será refrendado en una nueva reunión. Después de estas votaciones, los miembros escogerán una nueva directiva que ejerza como cabeza visible de este colectivo.

Nombre estable

Otro de los aspectos que debatieron los asistentes al encuentro del sábado fue el nombre del colectivo, que se mantendrá como Sobreira, "dado que esta nomenclatura xa tén certo peso en Lalín, e baixo ela fixéronse moitas cousas", explicó el secretario de la asociación O Naranxo, Alberto Granja, uno de los colaboradores habituales de Sobreira y asistente al encuentro. Cabe recordar que el nombre de esta asociación se decidió en 1990, tras la primera campaña del grupo en defensa del Sobreiral do Arnego, en Agolada, al comienzo de la concentración parcelaria en la zona. A partir de entonces, el colectivo encabezado por Miguel Agulló inauguraría diversas iniciativas en pro de los alcornoques de dicho concello, que en los últimos tiempos también fueron los protagonistas de las denuncias de Naturviva. Su presidente, Xoan Xosé Pallares, denunció en varias ocasiones la presencia de paleadoras en el Sobreiral para retirar tierra y depositarla en los caminos de la concentración.

Estudios sobre la población de lobo y rapaces

Además de su labor de defensa del litoral gallego a finales de los 80, a raíz de la aparición de vertidos nucleares, con el paso de los años Sobreira fue el germen de numerosas investigaciones sobre la fauna y la flora de la comarca dezana. Así, se llevan a cabo estudios sobre la población de lobo y de aves de rapiña, así como la catalogación de árboles centenarios o incluso trabajos sobre la Serra do Candán. Estos trabajos son presentados en muchos casos en congresos, incluso, se integran en la realización de estudios ambientales.

Otro aspecto importante de la labor de Sobreira son las más de 200 denuncias y la crítica contra proyectos de gran impacto ambiental. El ejemplo más destacado es la denuncia ante la Unión Europea de la instalación de un tendido eléctrico en la Serra do Candán en 1993. Sin embargo, y pese a su lucha, la misma zona albergaría, ocho años después, un parque eólico industrial de 10 kilómetros. Paradójicamente, la Serra do Candán ha ido incrementado su valor como patrimonio natural.