Ana Cela / A ESTRADA
El pleno del consello regulador de la denominación de origen Rías Baixas ratificó en su sesión del pasado viernes la subzona Ribeira do Ulla, en una sesión que resultó insuficiente para conseguir aprobar el nuevo reglamento de funcionamiento, lo que hace aguardar la convocatoria inminente de un nuevo pleno. El presidente de este consello regulador, Xosé Ramón Meriño, informó en la tarde de ayer que los territorios incluidos en la zona amparada para la producción de vino bajo la denominación de origen Rías Baixas continúan invariables. Cabe recordar que en el año 2000 se modificó el reglamento de esta denominación de origen para incluir la citada subzona, en la que se incluyen diversas parroquias de los concellos de A Estrada, Vila de Cruces y Silleda, junto a municipios como el de Vedra, Padrón, Teo, Boqueixón o Touro.
La zona de producción de vinos protegidos por la denominación de origen Rías Baixas está constituida por los terrenos que el citado consello regulador estima aptos para la producción de uvas con la calidad necesaria para obtener vinos de las características específicas de los amparados por la denominación y que se encuentren en los términos municipales y lugares que integran las distintas subzonas: Val do Salnés, Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior y Ribeira do Ulla. De este modo la producción está localizada en la provincia de Pontevedra y en el sur de la provincia de A Coruña.
En el caso de A Estrada, quedaría amparado por esta denominación de origen vino que se cultiva en parroquias como las de Arnois, Couso, Cora, Oca, Santeles, Pardela, Berres, San Miguel de Castro, San Xurxo de Vea, Ribeira, Riobó, Santa Cristina de Vea, Baloira y Santa Mariña de Barcala. Por su parte, en Vila de Cruces se incluyen las parroquias de Camanzo, Gres y Añobre, mientras que en el caso del término municipal de Silleda la única parroquia afectada es la de Cira.
Con respecto a la distribución de la producción del pasado año por subzonas, cabe apuntar que en la de Ribeira do Ulla se vinificaron 284.179 kilogramos de uva de Albariño, 8.679 kilos de Treixadura, 4.924 de otras variedades de uva blanca y 17.725 kilogramos de uvas tintas. Xosé Ramón Meriño reconoció que cada subzona tiene su territorio y su microclima, circunstancia que influyen en la producción final. Las características climatológicas y la morfología de los suelos proporcionan a las uvas de esta denominación características propias de aroma y frescura.
