María Isabel Castro Barreiro, única representante de Independientes de Pontecesures (IP) tras haber obtenido 205 votos el 27 de mayo, es la nueva alcaldesa. El PSOE y el PP se unieron para apoyarla en la investidura y arrebatar la Alcaldía que tenía el BNG desde hace ocho años, con Manuel Luis Álvarez Angueira a la cabeza.

La alcaldesa, los tres ediles populares (616 votos en las urnas) y los dos socialistas (366 sufragios) suman mayoría absoluta y dejan en la oposición al Bloque, que obtuvo en los pasados comicios 838 papeletas.

Para entender lo ocurrido hay que tener presentes varias cuestiones: El socialista Luis Sabariz y el nacionalista Álvarez Angueira se odian y es imposible que puedan entenderse; el candidato del PSOE firmó un documento comprometiéndose a no dar la Alcaldía al PP, pero nadie le dijo que no pudiera dársela a la independiente; Maribel Castro formó su grupo hace ocho años a modo de alternativa o escisión del PP, lo cual significa que sus raíces son conservadoras; y Luis Sabariz fue impuesto a dedo por la cúpula comarcal y regional del partido para liderar a la formación, pero en calidad de independiente.

Por el contrario, y no es menos llamativo, después de estar en el PP y convertirse en independiente Maribel Castro gobernó con el BNG de Angueira durante buena parte de los dos últimos mandatos, ya fuera en bipartitos o tripartitos que en algún momento incluso integró el representante de la Agrupación Cidadán de Pontecesures (ACP) y ahora jefe de filas del PSOE, Luis Sabariz.

Con todos estos ingredientes no es extraño que la sesión de investidura fuera tensa y muy polémica. La alcaldesa, que lejos de alegrarse parecía afligida por lo ocurrido y a punto estuvo de llorar cuando la insultaron y abuchearon, aseguró que todo la cogió por sorpresa y que no esperaba ser investida. Sin embargo cuando comenzó la sesión se veía venir, pues tanto el PP como el PSOE retiraron su candidatura, es decir, sus jefes de filas dejaban de aspirar a la elección. Ella, sin embargo, mantuvo la suya, y fue así cómo recibió el respaldo de socialistas y conservadores. Casi nadie se cree que fuera casualidad o no estuviera premeditado. Incluso en el PSOE se cree que la cúpula socialista sabía esto hace días "y cayó para no desestabilizar otros pactos en Galicia".

Tras ser nombrada alcaldesa se escucharon tímidas muestras de apoyo y felicitación, inmediatamente silenciadas por los gritos, abucheos e insultos de aquellos que creen este pacto "una verguenza y una tomadura de pelo a la democracia". La llamaron "pesetera" y la acusaron de "pactar con el diablo", mientras que a Angueira lo aplaudían, abrazaban, trataban de consolarlo y le coreaban: "¡El Bloque no se vende, el Bloque no se vende!".

El Bloque, precisamente, supo en Santiago lo que había ocurrido casi en directo. Estaba Maribel Castro dando su "apenado" discurso y al lado se encontraba Angueira hablando por teléfono móvil con la cúpula frentista. "Les informé, pero no hay nada que hacer... esto es la democracia y punto", declaró posteriormente.

En su discurso de investidura -apenas escuchado a causa de los gritos que la atacaban-, Maribel Castro agradeció el apoyo de PP y PSOE y dio las gracias a Angueira "porque goberné con él cuatro años en buena sintonía". Dijo que su intención es seguir contando con el apoyo del BNG "para entre todos dar un pequeño giro y tener un gobierno estable".

Minutos después, aún agobiada y superada por los acontecimientos, la alcaldesa dijo estar dispuesta a dimitir "si las cosas no funcionan" a partir de ahora. Al mismo tiempo reconoció que "el lunes" empezará a negociar con los demás grupos "porque tenemos todo sin hablar" y, por tanto, no hay aún un gobierno previsto para tomar las riendas.

Al terminar la sesión Luis Sabariz abandonó el consistorio a toda prisa, sin mirar atrás y haciendo caso omiso a aquellos que le insultaban e incluso a algún vecino que lo persiguió en actitud amenazante durante unos metros. "Lo mejor es que no pasó nada grave", reconoció posteriormente el socialista, que trató de explicar lo ocurrido diciendo que "la desidia, el amiguismo, el clientelismo" y un largo etcétera de problemas y actitudes hacían imposible que diera su apoyo al nacionalista Álvarez Angueira.

Quiso agradecer el respaldo de Modesto Pose y Juan Froján, los coordinadores provincial y comarcal del PSOE, reunidos con su lista hasta altas horas de la madrugada de ayer. Y acto seguido confirmó que en esa reunión "14 de los 16 miembros de la candidatura votaron a favor de apoyar a Maribel Castro, y eso fue lo que hicimos", apostilló Sabariz.

También trató de hacer ver que su voto no vulnera el acuerdo marco entre PSOE y BNG en Galicia y esgrimió que los socialistas "no se atrevieron a hacer la moción de censura contra Angueira en noviembre -su edil entonces estaba dispuesto pero el partido no le dejó- y ahora nosotros le echamos un par de narices".

Sabariz también aseguró que apoyar a la independiente "fue una decisión muy difícil" y que no cree factible que ahora Maribel Castro vuelva a ofrecer el gobierno al Bloque, aunque si lo hace "es su problema... nosotros ya cumplimos nuestra parte".

Terminó diciendo que si la falta de entendimiento entre BNG y PSOE se debe a problemas personales está dispuesto a marcharse, si también se va Angueira.

Óscar Gerpe, responsable de la agrupación local socialista y apartado de la cabeza de lista cuando la comarcal impuso a Sabariz, declaró que "esto es lo que ocurre cuando haces una lista con independientes... creímos que el PSOE tenía dos concejales y quien los tiene es ACP".

Irónicamente Gerpe manifiesta que "pocas medidas pueden tomarse a nivel de partido porque Sabariz no es del partido; no se puede expulsar a alguien que no tiene el carné".