El Concello de Vilagarcía reabrió ayer sus puertas, tras estar cerrado al público durante los tres últimos días. La reapertura se produjo tras dar negativo todas las PCR realizadas a los empleados municipales.

En los test serológicos aparecieron cinco posibles casos positivos, lo que obligó a la administración municipal a cerrar sus puertas el mismo viernes por precaución. Entre los posibles contagiados también estaba el alcalde, Alberto Varela.

Sin embargo, pasados los días se les realizaron a todos ellos las pruebas PCR, y el resultado fue en todos negativo.

Las instalaciones municipales cuentan ahora con dispensadores de gel hidroalcohólico en todas las plantas, mamparas en los puntos de atención al público, alfombras desinfectantes y circuitos de entradas y salidas diferenciadas.

De todos modos, sigue habiendo servicios que no atienden al público presencialmente, y que obligan a realizar las gestiones por vía telefónica o telemática.