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Las familias del Castro Alobre se suman a la rebelión contra el bachillerato semipresencial

"Es una discriminación clara en la enseñanza pública", afirma la ANPA - El instituto vilagarciano cuenta con un refuerzo de 13 profesores y no puede impartir clases presenciales - El Cotarelo tampoco, pero en ciclos de FP

Preparativos para el inicio de las clases en el IES Monte da Vila, en O Grove, donde se impartirán todos los cursos de forma presencial. // Muñiz

Mañana comienza el curso en los institutos y lo hará con una huelga convocada tanto para profesores como para estudiantes. En los centros arousanos la propuesta de la educación semipresencial lanzada por la Xunta no ha sido bien recibida, ya que consideran que se trata de una medida "de discriminación clara en la enseñanza pública", tal y como recoge la Anpa del IES Castro Alobre en un comunicado que ayer hizo público. Así, las familias del instituto vilagarciano se suman al malestar manifestado por el personal docente, como por ejemplo el del IES Francisco Asorey de Cambados, totalmente en contra de la implantación del bachillerato semipresencial.

Tanto el Castro Alobre como el Asorey se han visto obligados a resignarse a esta modalidad que combina clases presenciales y telemáticas porque la Xunta no les autorizó la dotación de profesorado necesaria para impartir todos los cursos de forma presencial. También el Cotarelo Valledor (el instituto más numeroso de toda la comarca debido a su gran oferta de FP) tendrá que recurrir a la semipresencialidad, aunque en este caso para los ciclos formativos, no para bachillerato.

"Vendrán a clase los lunes, miércoles y viernes, y a la semana siguiente los martes y jueves, y los otros grupos al revés. En las aulas de informática era imposible guardar la distancia y la colocación de mamparas se nos iba de presupuesto porque tenemos muchas clases y alumnos", explican desde el centro educativo de Vilaxoán, donde la plantilla se ha reforzado este curso con "3 o 4 profesores".

Trabajo hasta la madrugada

En los institutos se trabaja estos días a destajo para poder organizar el inicio de la actividad lectiva en esta época marcada por la pandemia de coronavirus. Los vaivenes de la administración autonómica han traído de cabeza a los equipos directivos, tal y como confirman desde el IES Monte da Vila, en O Grove: "Tuvimos que cambiar varias veces la distribución porque las instrucciones fueron bastante confusas y contradictorias".

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Preparativos para el inicio de las clases en el IES Monte da Vila, en O Grove

Ahora en los centros se trabaja a marchas forzadas para tener todo a punto para mañana. Sin ir más lejos, en el Castro Alobre, en Vilagarcía, el equipo directivo estuvo todo el fin de semana en el instituto hasta bien entrada la madrugada. El bachillerato semipresencial tendrá que impartirse en primero y en segundo de bachillerato, puesto que los 22 docentes solicitados en un principio se han reducido a la mitad, según los datos facilitados por la directora.

Los padres respaldan sin fisuras la labor del instituto vilagarciano: "Desde la Anpa queremos mostrar nuestro apoyo a la directiva de nuestro centro, al claustro de profesores y al personal no docente por su arduo trabajo durante el verano para llevar a cabo las diferentes medidas dictadas por la Consellería de Educación y la Xunta de Galicia".

Recuerdan desde la Anpa que "a día de hoy el centro acondicionó todas las estancias disponibles para el desdoble de aulas, biblioteca, sala de profesores, laboratorio, etc. Pero para que ese desdoble sea efectivo para cumplir la distancia de seguridad de 1,5 metros implica necesariamente la contratación de 22 profesores, de los que en estos momentos tan solo asignaron 13, lo cual resulta claramente insuficiente, haciendo imposible que se pueda llevar adelante el propio protocolo marcado por la Consellería de Educación, hecho que al parecer motiva el aplazamiento del inicio de curso".

Las familias del Castro Alobre dejan claro que "no estamos dispuestos como madres y padres a admitir que las clases no sean presenciales, ya que eso iría en detrimento de la calidad de la educación de nuestros hijos, y supondría una discriminación clara en la enseñanza pública". "En el IES Castro Alobre estudian más de 800 alumnos y alumnas y no se puede garantizar una necesaria y justa equidad en la educación, ya que muchas familias no disponen de internet en sus casas ni de los equipos necesarios para trabajar telemáticamente, una situación que ya quedó patente durante todo el confinamiento", añaden desde la Anpa, que reclama a la Xunta que contrate los profesores necesarios "para garantizar el derecho a la educación y a la salud".

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