Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vilanova mantiene las procesiones

La imagen del patrón de la parroquia, San Cibrán, volvió a salir ayer para celebrar las fiestas locales

San Cibrán a la salida del templo de Vilanova // Iñlaki Abella

Nada de concentraciones multitudinarias, nada de verbenas y nada de actividades complementarias. Lo único que el coronavirus ha dejado de las fiestas patronales de Vilanova ha sido los oficios religiosos y la procesión, eso sí, reducidas a su mínima expresión y con toda la cautela y las medidas sanitarias a las que obliga la pandemia. San Cibrán sí tuvo su fiesta, aunque muy desangelada con respecto a otros años, arrancando ya de mañana con un tradicional pasacalles, que culminaría sobre las 12.30 horas con un acto religioso en la iglesia parroquial en el que todo el mundo que accedió al templo tuvo que pasar por acatar las medidas del hidrogel y las mascarillas. A pesar de esas limitaciones y obligaciones no faltaron fieles, aunque en un número muy reducido en comparación con ediciones anteriores.

Poco después llegaría la salida del santo escoltado por un nutrido grupo de religiosos. Que fuese un acto al aire libre y manteniendo la distancia de seguridad resultó fundamental para su celebración, ya que el Concello decidió al pasado lunes suspender todas las actividades en edificios públicos ante el repunte que está experimentando el coronavirus.

Al igual que la procesión que se celebró el pasado domingo, el recorrido se acortó sobremanera, limitándose a las calles adyacentes a la iglesia antes de regresar al templo. Con la procesión de ayer se pone fin a las fiestas patronales de Vilanova, uno de los eventos más importantes del municipio que, este año, han pasado casi desapercibidos a causa de la pandemia. El Concello de Vilanova acostumbraba a diseñar numerosas actividades culturales y festivas para esta semana del mes de septiembre, unas iniciativas que han quedado totalmente suspendidas. El único acto que se mantuvo fue el pequeño homenaje que se le tributo al párroco Antonio "Tucho" Sineiro, sacerdote de la parroquia de Vilanova durante más de 25 años y que falleció recientemente. El Concello le dedicó la plaza que se encuentra en la parte frontal de la iglesia de San Cibrán como recuerdo por su entrega, un acto que tuvo lugar durante la celebración de la festividad de A Pastoriza, el pasado domingo.

Compartir el artículo

stats