Uno de los cambios más notorios del servicio de la piscina municipal es la nueva climatización, que crea un ambiente muy diferente nada más entrar en las instalaciones. Así lo pudieron comprobar los usuarios que ayer acudieron a la reapertura de este complejo deportivo municipal ubicado en Fontecarmoa, tras dos meses de obras de mejora. Este no ha sido el único cambio, ya que el servicio también ha tenido que adaptarse a las estrictas normas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. Ahora es obligatorio el uso de la mascarilla en todo momento y en cualquier parte del recinto, salvo cuando se está en el agua.
Como siempre, las instalaciones abren a las siete de la mañana. Lo primero que se encuentran los deportistas en la entrada es una alfombra de desinfección del calzado y tienen que entrar con mascarilla. El segundo paso es la desinfección de manos con hidrogel, para acto seguido serle tomada la temperatura. Solo entonces pueden acceder al resto de las instalaciones. Otra de las novedades es el aforo máximo que se ha marcado en el 75% de su capacidad, mientras dure la pandemia.
Las obras realizadas consistieron en la renovación de los sistemas de deshumidificación y calefacción del edificio de la piscina, con un presupuesto de 120.000 euros. Y el cambio es notorio, porque las gafas ya no se empañan como antes.
Pero también hubo otros cambios para adaptar las instalaciones a la normativa sanitaria por Covid. En la sala de cardio y musculación las máquinas están más separadas y donde no ha sido posible, se hicieron divisiones con mamparas. También hay clases de actividades deportivas dirigidas por monitor y en el salón se han marcado las zonas en las que puede colocarse cada uno de los participantes. Lo único que sigue cerrado es el SPA.
