El colegio de Mosteiro (Meis) abrió ayer, tal y como ordenó la Consellería de Educación, pero únicamente acudieron a clase dos de los 75 alumnos que estaban convocados. La práctica totalidad de los padres se han rebelado contra el inicio de las clases forzado desde la Consellería de Educación, y la Anpa ya ha comunicado que un buen número de familias tampoco enviarán hoy viernes a sus hijos al centro educativo.

El director del colegio está enfermo de coronavirus, y hay otros siete trabajadores aislados a la espera de que se les haga la PCR, entre ellos el equipo directivo al completo. Todos los demás profesores (una treintena) han sido llamados a trabajar sin que se les hiciesen nuevas pruebas médicas, pese a que estuvieron con el director el viernes pasado en el claustro.

El Ayuntamiento de Meis y la asociación de padres de alumnos "A Capela" están convencidos de que no es seguro para los niños acudir al colegio, y a las dos de la tarde celebraron una concentración de protesta contra la Xunta, a la que asistieron representantes de unas 30 familias.

Tal y como estaba previsto, la asistencia a clase en el primer día en Mosteiro fue testimonial. Desde las 9 de la mañana, pasaron uno detrás de otro los autobuses escolares. Todos iban vacíos. Paraban junto a una enorme pancarta colgada en la fachada, en la que se leía "Non temos aulas seguras. ¡Desinfección xa!"

Los dos únicos niños que acudieron a clase lo hicieron a pie, acompañados por sus padres. El padre de uno de ellos manifestó que, "estoy tranquilo", y que, "los niños tienen que venir al colegio". "Si pueden ir a las comuniones y a los parques a jugar con otros niños, ¿por qué no iban a poder venir al colegio?". Además, expuso su confianza en las autoridades. "Confío en que la situación esté correcta, pero es verdad que tienen que darle cuanto antes una solución a esto". Tampoco cree que haya un riesgo inasumible en la escuela, "porque supongo que el director no estuvo haciendo tonterías".

Mientras tanto, el cargo de directora sustituta fue asumido por Ana Vázquez, al ser la profesora más veterana, pues lleva 21 años en Mosteiro. Explica que acudieron a trabajar todos los profesores, pese a estar convocada una huelga en la enseñanza, por responsabilidad, "y para garantizar que los niños estén debidamente atendidos", y afirma que, "entiendo perfectamente" la decisión de la práctica totalidad de los padres de no enviar a clase a los niños.

La docente admite que, "se habló por activa y por pasiva" con la Consellería de Educación para que se retrasase el inicio de las clases, "pero no hubo manera de que atendiese nuestras reivindicaciones". Si Educación no reconsidera su postura, y mantiene los calendarios normales para Mosteiro, hoy viernes se tendrían que incorporar los niños de cuarto, quinto y sexto de Primaria, y a partir del 16 lo irán haciendo de forma escalonada los de Secundaria.

En cuanto al comedor escolar, ayer no funcionó, y previsiblemente hoy tampoco lo hará, puesto que aún faltan por colocar algunas mamparas para separar los puestos de cada niño. Precisamente, ese era el trabajo que estaba haciendo el director y sus compañeros de equipo antes de enfermar.

Profesores sin test

El colegio de Mosteiro es el más importante de Meis, al tener tanto Primaria como Secundaria, y contar con casi 400 alumnos y unos 40 trabajadores. Su comedor es igualmente uno de los más concurridos y mejor organizados de la comarca.

Los profesores se sometieron al test serológico el viernes pasado, y dieron todos negativo, incluso el director. Sin embargo, este último empezó a sentirse mal el domingo por la tarde. Se lo comunicó al Sergas, y se le realizó la prueba PCR. Eran las 19.00 horas del lunes cuando le comunicaron que tenía el Covid-19.

La Xunta ha aislado solo a siete de sus compañeros de trabajo, y ha indicado que los demás profesores podrán hacer vida normal, salvo que empiecen a desarrollar síntomas. La directora sustituta admite la contrariedad de los docentes, hasta el extremo de que afirmó ante los medios de comunicación que, "venimos un poco al suicidio".

La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, y la presidenta de la Anpa "A Capela", Sonia Otero, plantean que se retrase la reapertura del centro hasta el día 17, cuando terminen la cuarentena los directivos. También reclaman que se les hagan los test PCR a todos los profesores, por si hay alguno contagiado y asintomático. Mientras tanto, la Consellería de Educación tampoco contestó por segundo día consecutivo a las preguntas de FARO DE VIGO.

Concentración de protesta

La Xunta sigue manteniendo su postura de no hablar ni con el Concello de Meis ni con la asociación de padres "A Capela". Estos últimos, sin embargo, han logrado saber por fin a través del equipo directivo que sí ha habido una limpieza a fondo de las instalaciones. Pero aún así en Meis no se fían.

Una madre, Patricia Lede, afirma que, "no es de recibo abrir el colegio con el director positivo y todo el equipo directivo en cuarentena", y que ella no mandará a sus hijos a clases, "mientras no se garantice su seguridad". Otra madre, Sandra Fariña, calificó de "falta de ética hacia los niños y los madres" la actuación de la Consellería, y cree imprescindible que se le haga la PCR a todos los profesores.

Los padres de Mosteiro han recibido el apoyo explícito de cargos institucionales del PSOE y del BNG, que acudieron a concentrarse con ellos. También se ha puesto de su lado el sindicato de profesores ANPE, que considera un despropósito el inicio de las clases con el equipo directivo al completo en cuarentena.