Los roedores se cuelan por las ventanas de muchas viviendas de la calle Cantabria, en el barrio de O Sineiro de O Grove. "Meu marido viu como saen as ratas e ata un raposo", asegura una de las vecinas cansada de llamar a la puerta del Ayuntamiento para que ordene al propietario limpiar la enorme maleza que invade su finca.
Las quejas en el edificio son habituales debido a la insalubridad que supone el abandono del solar urbano, aunque reconocen que nadie arroja residuos al mismo.
Pero el riesgo es evidente. "La maleza supera los dos metros y la presencia de animales carroñeros supone un riesgo para los que vivimos en la zona", afirma a modo de queja esta vecina.
La situación es más llamativa, si cabe, por el hecho de que en las proximidades reside el alcalde José Cacabelos con su familia. "Ve la finca todos los días pero nunca toma una decisión", se queja la mujer.
A su juicio solo le queda el recurso de la prensa pues ya otros años denunció el abandono de este terreno. "En esta ocasión era el último cartucho y a ver si funciona de nuevo", explica con esperanza.
Pero, además de la cuestión sanitaria, los vecinos temen que pueda registrarse un importante incendio en el lugar debido sobre todo a que este verano ha sido seco y caluroso por lo que la hierba y maleza, que guardan mucho verdor, convirtió este espacio en un polvorín.
En total son dos edificios los afectados por este abandono del propietario y la maleza llega a invadir la propia carretera. "Hace más de dos años que no vienen a limpiar esto y creo que deberían actuar de inmediato para eliminar este bosque". "Esto es una verdadera vergüenza", concluye.
