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O Salnés entra de lleno en la vendimia tras el "aperitivo" del fin de semana

La práctica totalidad de las bodegas empiezan la recolección hoy lunes - Attis trabaja desde el sábado y suprime las comidas en grupo de los trabajadores para evitar contagios

Llegada de cajas con uva a las instalaciones de Attis. // Muñiz

El fin de semana animó sensiblemente el campo arousano, y durante los dos últimos días se vieron más cuadrillas de vendimiadores que en las jornadas precedentes. Sin embargo, es a partir de hoy lunes cuando arranca la recolección en la denominación de origen Rías Baixas de modo casi oficial.

Las previsiones meteorológicas para los próximos días son buenas, lo que ha permitido a los técnicos de campo y viticultores tomar con calma la recolección. De todos modos, fueron también muchas las empresas y familias que decidieron empezar durante el fin de semana, habida cuenta de que la uva albariña ya está madura en muchas plantaciones (con una previsión de entre 12 y 13 grados alcohólicos), y que entre el sábado y domingo es más sencillo encontrar familiares o amigos dispuestos a echar una mano en parras y espalderas.

A mediados de semana iniciaron la cosecha dos de las grandes empresas vitivinícolas de O Salnés, como Martín Códax y Mar de Frades, y el viernes ya habían arrancado los trabajos unas 30 firmas, algo menos del 20 por ciento del total de la denominación de origen. Para entonces, se habían recogido unos 1,4 millones de kilos de uva.

Ya el sábado, otra de las bodegas que empezó la vendimia fue Attis, ubicada en Dena (Meaño). Como las demás, los trabajos están marcados este año por las medidas anti-Covid. A modo de ejemplo, la empresa ha dejado de proporcionar comida a los vendimiadores, para evitar la formación de grupos y la manipulación entre varias personas de alimentos o platos. Por ello, este año cada trabajador debe llevar al campo su propia comida.

Otra de las medidas adoptadas por Attis para reducir el riesgo de contagio es impedir el paso al interior de la bodega de personal ajeno a la misma o de los propios viticultores. Cuando estos llegan, se les descarga la uva y se pesa en una mesa con mampara, para que el agricultor vea también la pesada.

Finalmente, y volviendo a los trabajos de campo, los peones se organizan en pequeños grupos estables de entre dos y tres personas.

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